No, no es una vaca cualquiera. Porque da leche descremada que además es anticancerígena. ¿Se trata de otro invento argentino? Algo de eso hay detrás del hallazgo de un grupo de investigadores del país que permitiría la curación de diferentes enfermedades a partir de una leche modificada por la alimentación de las vacas.
Es que los científicos consiguieron "descremar racionalmente" la leche de vaca mediante una modificación en la dieta del animal, lo que reduce la grasa total del alimento y aumenta sus ácidos grasos (AG) considerados protectores contra enfermedades degenerativas, como el cáncer y la aterogénesis.
Se trata de un estudio llevado a cabo en la localidad bonaerense de Balcarce por investigadores científicos del Instituto Nacional de Tecnología Agroindustrial (INTA) donde estaban trabajando en productos lácteos con alto contenido de AG.
Los profesionales ensayaron una alimentación especial para las vacas, basada en la ingesta de granos y aceite de girasol, solos o combinados con aceite de pescado, que es fuente de omega 3. Y ahí, parece ser, radica el secreto de descremar racionalmente a la leche, disminuyendo la concentración de los AG no deseables y aumentando la presencia de AG juzgados como protectores contra enfermedades degenerativas.
"Estos resultados permiten vislumbrar la posibilidad de producir lácteos funcionales, con ácidos grasos favorables para la prevención de cáncer, aterosclerosis y diabetes de tipo 2, mediante el uso de materias primas que tienen un elevado nivel productivo en nuestro país", explica el ingeniero Gerardo Gagliostro en el estudio del INTA.
"Estos resultados permiten vislumbrar la posibilidad de producir lácteos funcionales, con ácidos grasos favorables para la prevención de cáncer, arterosclerosis y diabetes de tipo 2, mediante el uso de materias primas que tienen un elevado nivel productivo en nuestro país", sostiene el estudio.