Galactic Suite es el mejor lugar para quienes desean alejarse de todo. Pero, falta un poco todavía y habrá que esperar hasta 2012 para hacerse una escapada al primer hotel espacial que estará erigido a 450 kilómetros de la Tierra.
Quienes deseen incursionar en esta nueva experiencia pasarán cuatro días alojados en la instalación que contará con un spa en gravedad cero, en el que el turista podrá jugar con una burbuja de agua gigante, de 20 litros, dividiéndola en miles de burbujas en un juego de nunca acabar.
Unas 38 personas ya hicieron su reserva para el viaje, entre ellos, cuatro españoles, ocho estadounidenses, siete de los Emiratos Árabes, seis de China, cinco de Rusia, otras cinco de Australia y tres de Sudamérica.
Antes de partir deberán prepararse durante 18 semanas en una isla caribeña y claro, ahorrar mucho porque el costo total de la aventura asciende a tres millones de euros.
En cada vuelo viajarán seis personas, dos tripulantes y cuatro turistas, y durante los cuatro días de estancia en el hotel orbital el transbordador permanecerá anclado en el módulo base de llegada para dar seguridad al pasajero. Este módulo cumplirá la función de zona común de estar, y conectará con las habitaciones, cada una de ellas para dos personas, y con un módulo de servicios.
Los turistas serán recibidos con un combinado energético y conducidos a sus habitaciones para dejar el equipaje y acomodarse mientras los miembros de la tripulación revisan los sistemas y ponen en marcha el alojamiento. Está previsto que enseguida se conecten con la Tierra para saludar a familiares, amigos y a los medios de comunicación que lo soliciten.
Después se procederá a preparar entre todos la comida y tanto los turistas como la tripulación se retirarán a sus habitaciones para descansar de las emociones de este primer día. El segundo y el tercer día se iniciarán con ejercicios físicos, alguno de ellos en una cinta cilíndrica sin fin de bicicleta en la que se podrán ejercitar piernas y brazos. En las habitaciones los turistas tendrán tiempo para meditar, leer y observar el espacio, y las superficies que se han previsto permitirán movimientos controlados para las actividades que más les apetezcan.
Durante los cuatro días de estancia los turistas podrán ver salir y ponerse el sol 15 veces al día, y cada 80 minutos se completará una órbita alrededor de la Tierra. Inicialmente está previsto programar dos viajes a la semana y enviar unas 350 personas al año al espacio, pero no se descarta lanzar más módulos si la demanda de plazas es superior.
Quienes deseen incursionar en esta nueva experiencia pasarán cuatro días alojados en la instalación que contará con un spa en gravedad cero, en el que el turista podrá jugar con una burbuja de agua gigante, de 20 litros, dividiéndola en miles de burbujas en un juego de nunca acabar.
Unas 38 personas ya hicieron su reserva para el viaje, entre ellos, cuatro españoles, ocho estadounidenses, siete de los Emiratos Árabes, seis de China, cinco de Rusia, otras cinco de Australia y tres de Sudamérica.
Antes de partir deberán prepararse durante 18 semanas en una isla caribeña y claro, ahorrar mucho porque el costo total de la aventura asciende a tres millones de euros.
En cada vuelo viajarán seis personas, dos tripulantes y cuatro turistas, y durante los cuatro días de estancia en el hotel orbital el transbordador permanecerá anclado en el módulo base de llegada para dar seguridad al pasajero. Este módulo cumplirá la función de zona común de estar, y conectará con las habitaciones, cada una de ellas para dos personas, y con un módulo de servicios.
Los turistas serán recibidos con un combinado energético y conducidos a sus habitaciones para dejar el equipaje y acomodarse mientras los miembros de la tripulación revisan los sistemas y ponen en marcha el alojamiento. Está previsto que enseguida se conecten con la Tierra para saludar a familiares, amigos y a los medios de comunicación que lo soliciten.
Después se procederá a preparar entre todos la comida y tanto los turistas como la tripulación se retirarán a sus habitaciones para descansar de las emociones de este primer día. El segundo y el tercer día se iniciarán con ejercicios físicos, alguno de ellos en una cinta cilíndrica sin fin de bicicleta en la que se podrán ejercitar piernas y brazos. En las habitaciones los turistas tendrán tiempo para meditar, leer y observar el espacio, y las superficies que se han previsto permitirán movimientos controlados para las actividades que más les apetezcan.
Durante los cuatro días de estancia los turistas podrán ver salir y ponerse el sol 15 veces al día, y cada 80 minutos se completará una órbita alrededor de la Tierra. Inicialmente está previsto programar dos viajes a la semana y enviar unas 350 personas al año al espacio, pero no se descarta lanzar más módulos si la demanda de plazas es superior.


