En su primer día de recorrida, el personal de la Guardia Urbana Municipal registró una serie de denuncias relacionadas con infracciones a la ordenanza en distintos espacios públicos y privados tales como bares, clubes y el hospital del Centenario. Las mismas se formalizaron a través de la línea gratuita 0800 444 0909.

“En todos los casos alcanzó con conversar con los infractores y disuadirlos para que apagaran el cigarrillo y no pasó de eso –explicó a Rosario3.com Oscar Contreras, responsable de Programación Operativa de la Guardia Urbana Municipal (GUM)– en realidad eran casos puntuales de dos o tres personas fumando y no hubo necesidad de labrar actas, ya que tanto los dueños de los locales como los infractores reaccionaron bien ante nuestra intervención –dijo Contreras–.

Según la ordenanza municipal, las sanciones para quienes incumplan la disposición que van de 50 a cinco mil pesos, van a recaer tanto sobre los fumadores como sobre los responsables de los sitios donde se permita prender un pucho.

“No queremos hacer una caza de fumadores ni perseguir a propietarios pero a partir de los controles vamos a diferenciar a quiénes hagan excepciones dentro de su local y a quienes no demuestren ni una mínima intención de querer hacer cumplir la ley”, señaló el subsecretario de Gobierno. En este sentido, Asegurado manifestó que “si en un comercio una sola persona esta fumando es una cosa, en cambio, si de diez mesas en cinco se está fumando la cuestión pasa por no tener intenciones de que ese espacio sea libre de humo”.

Los encargados de poner orden en los comercios son los inspectores municipales de cada distrito. “Se trata agentes de la Dirección de Inspección de Comercio e Industria que recorren los negocios de la ciudad para comprobar el cumplimiento de las normas de higiene y salubridad y a partir de ahora van a chequear si se retiraron los ceniceros de las mesas y existe la folletería y cartelería que informa sobre la ley”, señaló el subsecretario de Gobierno.