Decenas de miles de libaneses se reunieron este viernes y marcharon por Beirut para despedir los restos de un joven político cristiano antisirio asesinado anteayer y para manifestarse contra Siria y el partido libanés pro sirio Hezbollah, a quienes responsabilizan del crimen. 

Dos horas antes de la llegada del féretro con los restos del ex ministro de Industria Pierre Gemayel desde su pueblo natal, decenas de miles de personas marcharon en torno a la Plaza de los Mártires de Beirut, cerca de la catedral donde la familia del político asesinado tiene previsto celebrar una misa. 

Hombres, mujeres y niños agitaban banderas rojas, blancas y verdes del Líbano y algunos portaban pancartas con el rostro de Gemayel, en una ciudad fuertemente custodiada por policías y soldados y donde colegios, negocios, bancos y dependencias públicas permanecieron cerrados. 

Gemayel, de 34 años, fue asesinado el martes pasado cuando dos autos bloquearon su vehículo en una esquina cerca de Beirut y un hombre le disparó varios balazos. El joven funcionario fue la sexta personalidad antisiria
asesinada en el Líbano en dos años, una serie que comenzó con el atentado que mató al ex primer ministro Rafik Hariri en feberero del año pasado. 

La marcha, como se esperaba, se tornó una demostración de sentimientos antisirios, y muchos quemaron fotos del presidente sirio y de dirigentes libaneses pro Damasco, entre ellos el presidente del Líbano, Emile Lahoud y líderes del partido islamista Hezbollah. 

Políticos y personalidades musulmanes sunnitas, drusas y cristianas del Líbano acusaron a Siria del asesinato de Gemayel, hijo del ex presidente Amin Gemayel y miembro de una de las familias cristianas más influyentes del país. 

Siria condenó su asesinato y negó cualquier implicación. 

Los restos de Gemayel eran trasladados desde su pueblo natal de Bekfaya a Beirut en un cortejo formado por varios autos, y su arribo era inminente, dijeron fuentes policiales.

Fuente: Télam