El Tigre se quedó solo. El intendente Miguel Lifschitz aseguró este viernes a la tarde que el gobernador Jorge Obeid lo llamó para señalarle que él “no tiene nada que ver” con la denuncia que realizó el titular de la Casa de Santa Fe en Buenos Aires, Héctor Cavallero.

Ex intendente socialista y actual aliado del justicialismo había señalado irregularidades en el programa Rosario Hábitat y acusado a funcionarios municipales de cobrar sueldos de hasta 50 mil dólares. Tras la denuncia, todo el gabinete municipal salió al cruce y el propio Lifschitz señaló que las declaraciones de Cavallero eran una "operación política" y que se produjeron tras una reunión con Obeid donde ambos funcionarios sellaron que el partido del Tigre se sumaría el Frente para la Victoria en las próximas elecciones.

Aunque ahora, consultado por De Tarde en Tarde, de Radio 2, sobre la posibilidad de que Cavallero sea el encargado de lanzar una “campaña sucia” contra el socialismo, Lifschitz no arriesgó. “Espero que no”, se limitó a responder.

Sobre la denuncia en sí, ratificó que “fue un invento armado para intentar ensuciar esta gestión transparente” y negó que “con la experiencia política que tiene Cavallero” se haya tratado de un error.

Por su parte, la vicegobernadora María Eugenia Bielsa consideró que el cruce por las supuestas planillas del BID con pagos excesivos debe dirimirse en la Justicia y dijo que si Cavallero realizó esas acusaciones es porque “tendrá fundamentos”.