El intendente Miguel Lifschitz no dejó pasar la oportunidad. Y aprovechó la visita del presidente Néstor Kirchner para inaugurar un plan de vivienda del plan Rosario Hábitat para pedirle al gobierno nacional que apoye la segunda versión del programa que, entiende el jefe comunal, busca que en un plazo de entre 8 y 10 años ya no haya villas en la ciudad.

Lifschitz arrancó el discurso dejando en claro que hay sintonía ideológica con el presidente al culpar a la política neoliberal de los 90 por la marginalidad en la Argentina, parte de cuyos efectos –dijo– quiere paliar justamente el Plan Hábitat: "Nos dejó más de cien asentamientos".

"Estamos completando la primera etapa del Plan Hábitat, pero esto resuelve sólo la tercera parte del problema", afirmó. Y en ese marco pidió al gobierno que colabore para financiar la segunda etapa.

En su discurso, Lifschitz agradeció al presidente el hecho de que se impulsen para la región obras fundamentales como la autopista a Córdoba, el plan Circunvalar y el futuro tren rápido a Retiro. Pero dijo que pra "darle continuidad al proceso de recuperación económica hay que responder a la "deuda social con los que más sufrieron".  

Luego le tocó el turno a Jorge Obeid. “Esta ciudad es una muestra concreta, como bien lo decía el intendente, de lo que se puede hacer trabajando en conjunto el gobierno nacional, provincial y el estado municipal”, aseguró el gobernador, quien expuso un discurso sin golpes bajos y con ánimo conciliador.

En su intervención, el gobernador aprovechó para publicitar, con detalle, las numerosas obras y acciones que se realizaron y están desarrollando en la provincia. En este sentido, remarcó los 70 mil puestos de trabajo generados en Santa Fe, los 2500 millones de dólares de inversión genuina recibidos por la provincia, pero también comentó los trabajos que se realizan en la zona de La Picasa , y proyectos como el puente entre Reconquista y Goya, los acueductos para darle agua potable a un millón y medio de santafesinos, el Plan Circunvalar, el Tren Rápido y la autopista a Córdoba, entre otras.

 

En el discurso hubo, sin embargo, lugar para un par de guiños. Es que Obeid le habló al presidente “desde este lugar de militancia que nos ha tocado al frente de la gobernación”, en referencia al pasado militante que ambos tienen en común. Y, por otra parte, aseguró que gracias al crecimiento sostenido de la economía nacional ahora “se mira a nuestro país con respeto en el exterior”, en clara alusión a la opinión del ex ministro de Economía Lavagna, quien durante su reciente visita al programa de Mirtha Legrand aseguró que la Argentina “no está bien vista en el mundo”.