Sin rodeos ni intentos de minimizar un fenómeno que impactó a la ciudad el año que pasó, el ex intendente de Rosario y senador provincial, Miguel Lifschitz, reconoció el crecimiento de la violencia en las calles y afirmó que se está trabajando para “revertir la tendencia” y en “los años próximos reducir la tasa de homicidios tan alta que hemos tenido en 2013”.

Lifschitz admitió que “los datos son objetivos”, en relación a los asesinatos registrados el año pasado (fueron 264, el doble que tres años atrás), y también dijo que son preocupantes los hechos vinculados a la narcocriminalidad.

“Este es uno de los desafíos que tiene el gobierno provincial y también la ciudad en su conjunto. Se están tomando medidas correctas”, afirmó el senador departamental. En ese sentido, enumeró las reformas de la Justicia penal y la policial, además del “trabajo articulado con el gobierno nacional, que veníamos reclamando y en los últimos meses ha comenzado a ponerse en práctica”.

“El problema está tomado, hay que ver si surgen los resultados”, aseguró Lifschitz en el programa La primera de la tarde (Radio 2). “Tenemos un problema serio, pero a partir del trabajo provicia-Nación hoy es más posible (abordarlo)que un año atrás y eso abre una expectativa positiva. Esperemos se refleje en resultados concretos, en los números e indicadores”, añadió.

Lealtades y silencios

En otro tramo de la entrevista, Lifschitz fue consultado sobre las críticas que realizó el presidente del Concejo y hombre del socialismo, Miguel Zamarini, hacia la intendenta Mónica Fein. “¿Fue desleal?”, preguntó el periodista Javier Trifiró. Después de un marcado silencio, el senador respondió: “Bueno, no quisiera calificarlo (como lo hizo el edil Miguel Cappiello) pero cuando uno forma parte de una organización política debe respetar determinadas pautas de funcionamiento”.

Para el dos veces jefe del Palacio de los Leones, los militantes y dirigentes del socialismo deben “poner el hombro a la gestión municipal, que es de todos”.

“La intendenta necesita de un Concejo que la acompañe y los proyectos personales y deseos de figuraciones, que son legítimos, deben posponerse en función de un proyecto colectivo”, dijo y agregó, sin nombrar a Zamarini: “Los que reclaman diálogo que levanten el teléfono”.

Camino a 2015

Marginado en 2011 por Antonio Bonfatti, el delfín que eligió Hermes Binner para sucederlo en la gobernación, ahora pareciera que Lifschitz corre con ventaja de cara a las elecciones del año próximo. Aunque cauto, el senador reconoció sus ganas de dar pelea.

“Estoy disfrutando de la tarea legislativa, que tiene menos adrenalina (que cuando era intendente) y también menos estrés”, dijo y añadió que aprovecha ese rol para “conocer más profundamente la realidad provincial, que antes miraba desde lejos, y tener una visión más integral de la provincia”.

En ese sentido, si bien dijo no ser un “candidato natural” a la Casa Gris no descartó presentarse el año próximo “a un cargo ejecutivo, de gestión”.

“No sé si corro con ventaja. En la polítca no hay nada natural, se hace con consenso y con intereses, porque se construye con personas. En ese marco, creemos que es necesario fortalecer el diálogo y hemos acordado con el gobernador y con Hermes Binner posponer ese debate para fines del año o principios del año que viene”, detalló.

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Miguel Lifschitz (Radio 2)