Lindsay Lohan es joven, linda, talentosa. Pero no todo va bien en su vida. A los problemas familiares (su papá es adicto a las drogas y fue a prisión) se le suman ahora problemas de salud.
No, no se trata de la apendicitis que le diagnosticaron hace ya varios días y por la cual debió ser internada en un hospital. No, según The National Enquirer, un tabloide norteamericano, la actriz sufre un problema serio en su salud.
Lindsay habría sido diagnosticada con un daño permanente en su hígado, resultado de años de beber sin control.
“La apendicitis por la que se internó en el hospital era algo de rutina. Después de los análisis pre-operatorios los médicos concluyeron que el hígado de la actriz no está nada bien”, señaló una fuente cercana a la joven.
De acuerdo con la revista, Lindsay fue advertida por los médicos de que si no deja de beber, su vida podría correr peligro.
“Su hígado libera enzimas a la sangre que de subir su nivel pondrían en riesgo su vida. Además descubrieron que el nivel de proteínas en el hígado es muy bajo. Si ella no deja de beber podría morir”, advirtió la fuente.