La invitación a salir vino de quien menos pensaba, el ex de su amiga Britney Spears, Kevin Federline. Aunque la tentación pudo ser mucha, la fiel Lindsay Lohan optó por no vincularse con quien fuera hace poco, el gran amor de la rubia cantante. No, los amigos primero.

Sucedió el 22 de diciembre. Era de noche. El ex de Britney, el aspirante a rapero Kevin Federline, aprovechó el ambiente relajado de una fiesta para proponerle a Lohan una salida de a dos. De acuerdo a la revista US Weekly, la actriz le respondió: “¿Porqué yo habría de salir contigo?”. Y así, toda ilusión romántica se desvaneció.

“Lindsay no podía creer lo que estaba escuchando. Ella no quiere ser usada para darle celos a Britney. Encontró aquella propuesta patética”, señaló una fuente cercana a la festejada.

Así es, la chica no se vendió. Se quedó con la amiga y no con la posibilidad de un amor pasajero que podía traerle muchos dolores de cabeza.