Llevar un estilo sano de vida en la tercera edad puede brindar cinco años más de vida a las mujeres y seis años más a los hombres, según los resultados de una investigación realizada en Suecia.

Es bien sabido que hay factores del estilo de vida, como por ejemplo el sobrepeso, el hábito de fumar y el consumo excesivo de alcohol, que permiten predecir la longevidad. Sin embargo, la comunidad científica ha carecido de un consenso sobre si estas asociaciones son realmente aplicables a las personas de 75 o más años.

Por tanto, los autores de la nueva investigación midieron las diferencias en la tasa de supervivencia entre ancianos de Suecia con 75 o más años de edad sobre la base de factores modificables como el estilo de vida, incluyendo actividades recreativas y vida social.

En el estudio, cuyos resultados han sido publicados en la revista académica británica BMJ (British Medical Journal), editada por la British Medical Association (Asociación Médica Británica), se realizó el seguimiento durante 18 años de poco más de 1.800 personas. Se registraron datos sobre la edad, sexo, ocupación, educación, estilo general de vida, grado de vida social y abundancia de actividades recreativas.

Durante el período de seguimiento, el 92 por ciento de los participantes murió. La mitad de los participantes vivió más de 90 años.

Quienes todavía estaban vivos tendían más a ser mujeres, de alto nivel cultural, con estilos sanos de vida, con una mejor vida social, y una mayor participación en actividades recreativas, en comparación con quienes ya habían fallecido.

Los resultados muestran que, como promedio, los fumadores murieron un año antes que los no fumadores. Los ex fumadores tuvieron un patrón similar de supervivencia que los no fumadores, lo cual sugiere que dejar de fumar a mediana edad reduce bastante el efecto que el consumo de cigarrillos ejerce sobre la tasa de mortalidad.

De las actividades recreativas, las de tipo físico fueron las que estuvieron más fuertemente asociadas con la supervivencia. La edad media de muerte de los participantes que nadaban, paseaban o hacían gimnasia con regularidad fue dos años mayor que la de quienes no hacían estas actividades.

En general, las personas con un perfil de bajo riesgo (estilos sanos de vida, participación en al menos una actividad recreativa, y una red social rica o moderada) vivieron como promedio 5,4 años más que aquellas con un perfil de alto riesgo (estilos insanos de vida, sin participación en actividades recreativas, y una red social limitada o pobre).

Fuente: Noticias de la Ciencia y la Tecnología