Una empresaria rosarina que llevó su auto a un lavadero de la zona de Pellegrini y Avellaneda terminó robada y golpeada. "Había unas 30 personas. Nadie gritó ni alertó. Me sentí en la jungla", lamentó.

Cristina, tal el nombre de la mujer, contó su historia en Radio 2. En diálogo con el periodista Roberto Caferra, detalló cómo ocurrió el episodio. "Estaba yendo de Rosario a Roldán para visitar a unos amigos en una quinta. Realmente, dije, tengo el auto sucio. Tenía pensado continuar viaje a Buenos Aires con mis hijas por un turno médico y me dije que podía emprolijarlo en un momentito", sostuvo.

Fue entonces cuando acudió a la zona de Pellegrini y Avellaneda. "Fue inusual, nunca lo había hecho", aclaró. El auto ingresó, entonces, a la zona del lavado. "Yo estaba a un metro. El proceso de lavado es rapidísimo, cuando está por terminar pasa un canillita y le compro un diario. Me preparo para irme", recordó.

"En ese momento me sentía acompañada, porque había más de diez coches haciendo lo mismo que yo, con los propietarios afuera esperando que los laven", sostuvo. Además de los clientes, "casi todos los vehículos eran asistidos por dos personas, uno lavaba las ruedas y otro el vidrio", recordó. En total, estimó que habría unas 30 personas en el lugar. "Había mucho movimiento", resumió.

Fue entonces cuando todo ocurrió. "Cuando termino de pagar el diario siento el tirón de atrás, el típico arrebato del bolso colgado de mi hombro. El chico no tendrí amás de 18 años. Empieza el tironeo, yo llevaba pertenencias para viajes, documentos, dinero. Del arrebato intento defenderme, quizá por sentirme acompañada o tuve el instinto", evaluó.

"Termino revolcada en calle Pellegrini. Fui arrastrada como cuatro metros. Nadie intervino, ni de los diez que esperaban ni de los veinte que estaban trabajando. Ni un grito, nada. Me sentí en la jungla", lamentó. "Tal vez está primando el no te metas", interpretó. "Recién intervinieron cuando la persona se había ido 10 metros",contó. "Recién cuando intentaba levantarme una señora vino y me ofreció agua", precisó.

"Hoy no pude dormir, ayer me sacaron radiografías por los golpes. Estoy magullada y muy dolorida", contó.

Además, criticó que "cuando fui a la comisaría 6ª para hacer la denuncia no había nadie que la tomara, tuve que ir a Tribunales, por suerte una de mis hijas es abogada y me acompañó. En Tribunales obligaron a que hubiera alguien en la 6ª y pude hacer la denuncia".

"El peor domingo de mi vida", concluyó.

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Cristina (Radio 2)