El arzobispo de la ciudad de Santa Fe, monseñor José María Arancedo, afirmó este miércoles que "no hay que culpar a Dios de lo que pasa", al referirse a las inundaciones que sufre la provincia.

En declaraciones a LT 10 Radio Universidad Nacional del Litoral, Arancedo afirmó que "no hay que culpar a Dios de lo que pasa", que "hay una necesidad de buscar la verdad" y admitió que existe "menos solidaridad" que en el 2003. El arzobispo, no obstante, rescató la tarea que realiza Cáritas y destacó el compromiso de mucha gente. 

"Lo otro fue una cosa más maciza", dijo en referencia a lo ocurrido en el año 2003 cuando desbordó el río Salado, y agregó que "falta una respuesta estable a estos problemas". Arancedo señaló finalmente que "Santa Fe necesita defensas y necesita bombas extractoras de agua" y destacó que "falla la confianza entre los ciudadanos".

Fuente: Télam