Un hombre que iba a tomar un vuelo desde Londres a Melbourne, Australia, no pudo subir a la nave porque llevaba una remera con una consigna política: tenía una imagen del presidente George W. Bush y la leyenda "Terrorista número uno". Representantes de la empresa le pidieron al hombre, un australiano, que se quitara la camiseta y ante su negativa le impidieron subir al avión.

El hombre adelantó que va a querellar a la compañía Qantas. Allen Jasson, de 55 años, aseguró que la situación planteada la compañía atentó contra su libertad de expresión.

"En realidad, Qantas me dijo que podía tomar otro vuelo si no llevaba esa camiseta, pero no estoy dispuesto a quitármela", declaró.

Un portavoz de la compañía Qantas declaró que no se tolera ningún comentario, verbal o escrito en una camiseta, que pueda ser ofensivo para los clientes de la compañía o amenazar la seguridad de un aparato.