Incrédula primero, abrumada poco después, una española decidió hacer una denuncia por figurar sin su consentimiento en páginas web de servicios sexuales, con fotos íntimas, teléfono y domicilio. La Policía de ese país investigó y detuvo al autor de la “bromita”: la ex pareja de la mujer.

El hombre, de 37 años, la hacía pasar por prostituta en distintos sitios de escorts y exponía fotos íntimas de ella, incluso desnuda, facilitando sus datos, como si ella fuera la que se anunciase.

La víctima fue molestada con llamadas a su teléfono y a su domicilio, e incluso era abordada por la calle por algunas personas, hechos que a la joven le provocaron un trastorno y debió someterse a tratamiento psicológico.

Además, el detenido llegó a pegar carteles con sus fotos, añadiendo comentarios sobre ella y colocándolos tanto en el parabrisas del vehículo de su ex pareja como en las paredes próximas a su lugar de trabajo.

Ante la denuncia, los policías dedicados a la investigación dieron con la identidad del autor tras comprobar su manera de actuar y lugares en que operaba. Para enmascarar su identidad y ocultar su domicilio, lo hacía en cibercafés y en ocasiones desde el domicilio de un familiar.