Los dueños de gatos probablemente protesten, pero según una nueva investigación publicada en la revista New Scientist los perros son las mascotas más inteligentes. Aunque la diferencia a su favor es muy poca.

La investigación, publicada en la revista New Scientist y reproducida por el portal BBCMundo, comparó los resultados de los experimentos científicos que se llevaron a cabo para medir las capacidades y cognición de estos dos animales.

En ese marco se evaluaron once categorías: cerebro, domesticación, capacidad de afecto, popularidad, entendimiento, resolución de problemas, vocalización, adaptabilidad, supersentidos, más ecológico y utilidad. La puntuación final: 6 a 5, a favor de los perros.

"Existen varias dificultades al tratar de usar la ciencia para resolver esta disputa perenne", planteó Kate Douglas, responsable de la investigación.  "Cada dueño de mascota sabe que el pariente peludo de su familia es un ser único y especial con sus propios talentos y debilidades. Sin embargo, la investigación científica tiende a mirar a la especie como un todo y a tratarla en términos de promedios y tendencias cuando se intenta cuantificar sus características", agregó.

Los científicos están de acuerdo en que es muy difícil comparar -en términos científicos- a dos especies tan distintas como los felinos y los caninos. Pero lo intentaron.

Por ejemplo, en la medición del cerebro, es obvio que el del perro es más grande. Sin embargo, los científicos afirman que el tamaño del cerebro no es una medida confiable de inteligencia. Y aunque para analizar qué tan astuto es un animal es mejor medir su comportamiento, hay una medida que sí puede tomarse en cuenta para evaluar la capacidad para procesar la información: el número de neuronas con que cuenta. Aquí, los gatos salen ganando ya que tienen 300 millones de neuronas, comparado con las humildes 160 millones de los perros.

En cuanto a la historia de la domesticación de ambos animales, ganan los perros. Los estudios comparativos del ADN del perro con el del lobo -su ancestro más cercano- no lograron ponerse de acuerdo en la fecha exacta pero indican que la domesticación pudo haber ocurrido hace 16.000 años. Aunque la domesticación del gato también es confusa, se cree que el pequeño felino entró a nuestros hogares por primea vez hace 9.500 años.

En la categoría de capacidad de afecto o creación de lazos afectivos, la evidencia científica surgiere que el vínculo entre un amo y su perro es tan cercano como el de un padre y su hijo. Hasta el dueño del gato más amado admitirá que a este animal le gusta su "espacio" e independencia, porque por naturaleza, dicen los investigadores, el gato es un ser solitario. Los perros, por otra parte, son animales de grupo y tienen el instinto a afiliarse. Y cuando a un cachorro se le da a elegir entre un compañero humano o un perro, elegirá siempre al humano.

En cuanto a la popularidad, que se mide en términos de cuanta gente posee uno u otro, el gato es un claro ganador. No hay muchas cifras mundiales pero estudios llevados a cabo en 10 países amantes de gatos revelan hay 204 millones de gatos mascotas. En los principales 10 países amantes de perros hay 173 millones de estos animales.

En entendimiento, el perro es el ganador. El perro es capaz de seguir gestos humanos, como un dedo que apunta o una cabeza que afirma o niega para encontrar alimento. También pueden mantener contacto visual con el ser humano y parecen dispuestos a buscar información en un rostro. Aunque el gato también puede entender ciertos gestos humanos no es tan aplicado como el perro para encontrar un objeto escondido siguiendo esas señales.

Para la vocalización, aunque los perros tienen más flexibilidad vocal, los gatos parecen ser más capaces de utilizar "sutilezas" vocales más efectivas cuando intentan comunicarse. El gato también posee mejores sentidos y es más amigo del medio ambiente, pero el perro es más útil, más adaptable.