Para el sociólogo y economista Juan José Llach, la inclusión de las nuevas tecnologías en la educación es importante, pero antes “hay que brindar a los chicos el aprendizaje en el trabajo y en la solidaridad, en los valores y en los proyectos”. En lo que respecta a la escuela media, Llach planteó que actualmente “su diploma es algo así como un carnet de no exclusión, pero no lo es de inclusión, porque está devaluado y en muchos casos no acredita suficientes conocimientos, habilidades, valores o motivaciones como para poder acceder a trabajos dignos”.

Juan José Llach es licenciado en sociología por la Universidad Católica Argentina y en Economía por la Universidad de Buenos Aires, y al evaluar la situación actual de la educación argentina destaca que “hay, por un lado, una esperanza de escolaridad a los cinco años que es elevada en la comparación internacional, llegando a 17 años. Y también existen muchas escuelas y universidades muy buenas, estudiantes excelentes, muchos de postgrados y doctorados aquí y en el exterior, en fin, casos alentadores. Pero los promedios son malos, tanto en graduaciones a tiempo en secundaria y terciaria, como en calidad y en equidad”.

Entrevistado por Educared, Llach -actual profesor e investigador del IAE-Universidad Austral- sostiene que en los últimos años se vieron “algunos logros, como el cambio de la estructura curricular, para volver a dar jerarquía de enseñanza media al octavo y noveno años y la puesta en marcha del Instituto Nacional de Formación Docente, cuyos planes son relevantes aunque su marcha es lenta”, pero que a la vez advierte que “no ha habido avances significativos ni en la calidad de la educación ni en la equidad del sistema, dos puntos cruciales”.

“La educación media está pasando a ser obligatoria. Su diploma es algo así como un “carnet de no exclusión”, pero no lo es de inclusión, porque está devaluado y en muchos casos no acredita suficientes conocimientos, habilidades, valores o motivaciones como para poder acceder a trabajos dignos. Los cambios necesarios empiezan por extender la jornada y por dedicar una parte significativa de dicha extensión a enseñar distintas competencias, ya sea en el orden de distintas tecnologías, de la administración o aún de oficios”, afirma el ex ministro.

Para el experto, lo más importante es “volver a hacer atractiva la escuela media, dotándola de proyectos y recursos”. Otro punto fundamental para Llach es lograr la concentración de las horas-cátedra, de tal modo de obtener docentes comprometidos a lo sumo con un par de escuelas, y con tiempo institucional para dedicarles a ellas. “Esto está en la Ley de Educación Nacional, pero no se cumple aunque ahora se vuelve a anunciar”, afirma.

Fuente: Educared