Otro día con buen tiempo y los evacuados de regreso a sus hogares. De hecho, este martes a la tarde eran 380 las personas que seguían desplazadas de sus casas por las consecuencias del agua y el municipio dispuso entonces concentrarlas en un sólo centro: el Batallón de Comunicaciones 121, que había sido el primero que se habilitó la semana que pasó. "La respuesta fue positiva y la tensión disminuye progresivamente", señaló el titular de Defensa Civil, Marcos Escajadillo, a Rosario3.com este marte a la noche. Pero con la vuelta a casa no se termina el problema, al contrario, se multilican las protestas.

Por eso, el intendente Miguel Lifschitz le puso cifra al dinero que demandará el "operativo reconstrucción" de la ciudad luego del inusual temporal de la semana pasada: 30 millones de pesos. Además, reclamó a la provincia que se apuren las obras hidráulicas que evitarían los desbordes de los canales Iabrlucea y Salvat y la "llegada masiva" de planes de vivienda que permitan trasladar a la población que habita asentamientos inundables.  

"Es una inversión fuerte la que se necesita porque el deterioro es muy importante y es necesario reponer pavimentos, apuntalar la barranca y obras complementarias", entre otras cosas. Y no se cuenta lo que demanda, y demandará, la emergencia social. De hecho, en la atención de los avecuados la Municipalidad lleva gastados unos tres millones. Lifschitz pidió una fuerte colaboración de la provincia y la Nación en dinero constante y sonante. 

En ese sentido, el diputado provincial socialista Raúl Lamberto, reclamó que "la ciudad de Rosario no sea discriminada” en  el reparto de los recursos económicos de la provincia. “Hasta ahora no hubo nada”, dijo y luego calificó de “irrelevantes” los aportes del Estado santafesino para hacer frente a los daños de la pedrea del 15 de noviembre.

Antes, el secretario de Hacienda municipal, Gustavo Asegurado, opinó de dónde podrían salir los fondos: dijo, por ejemplo, que Rosario podría quedarse con la totalidad de los Fondos del Conurbano, justamente 30 millones de pesos, cuya distribución normalmente decide el gobernador.

El propio Jorge Obeid reclamó 20 millones de pesos a la Nación para poder lidiar con las consecuencias de la catástrofe. Este pedido fue realizado formalmetne en una serie de notas enviadas al presidente Kirchner, también al Ministro del Interior, Aníbal Fernández y al Jefe de Gabinete, Alberto Fernández. Todo indica que habría una reunión entre Obeid y Kirchner la semana próxima.

El agua sigue en baja

Continua el descenso del agua en las zonas más complicadas de la ciudad, en el extremo noroeste. En Cristalería, por ejemplo, donde varias casas estaban anegadas porque el canal Ibarlucea no daba abasto, las bombas que se instalaron el lunes dieron resultado y este martes por la tarde sólo quedaban tres casas con agua en su interior.

Además, según precisó el subdirector de Hidraúlica Alfredo Manavella a Rosario3.com, a partir de este miércoles, cuando el agua ya no afecte a las viviendas, se podrían retirar las diez bombas que están sobre la ruta 34 y así liberar el tránsito.

En ese lugar se vivieron momentos de tensión el lunes al mediodía cuando vecinos del lugar comenzaron a romper el pavimento de la ruta 34 para que el líquido pasara del otro lado (ya que la capacidad del canal Ibarlucea estaba sobrepasada).

Sin embargo, en barrio municipal el agua se resiste a empezar su retirada. En diálogo con Radio 2, los vecinos de la zona aseguraron este martes a la mañana que el agua estancada alcanza los 80 centímetros de altura en las casas. "El agua no ha bajado y debemos permanecer arriba de los techos. Sólo podemos trasladarnos con carros tirados por caballos, en canoa o simplemente a pie", informó uno de los daminifcados, quien monta guardia sobre la parte superior de su vivienda.

Otro habitante del barrio, remarcó: "Sólo Prefectura pasó ayer una vez y a veces vino la Municipalidad ". Mientras tanto, las mujeres permanecen en los dos centros de evacuados habilitados, a la espera de que el agua drene y puedan volver a habitar sus casas.

La mayoría de las personas que seguían desplazadas de sus casas son de Nuevo Alberdi, donde todavía había muchas viviendas inundadas. 

Muchas de ellas pasaron siete días (desde el martes) en el techo de sus casas porque por temor a perder todo no se evacuaron, pero tampoco recibieron ningún tipo de ayuda, según denunciaron a Rosario3.com. Por eso, el domingo los habitantes de Cristalería decidieron cortar la ruta.

“No somos piqueteros, pero tuvimos que hacerlo porque acá no venía nadie. Era abandono de persona”, señaló Teresa Pensa, la dueña de una casa ubicada por calle Salvat, donde más de diez personas convivieron en una humilde piecita de planta alta (un privilegio frente a esta inundación en una zona humilde).