Como se esperaba, Argentina confirmó este miércoles su liderazgo en el grupo F del Mundial de Brasil, con la victoria por 3-2 sobre Nigeria en Porto Alegre. Y unas horas más tarde pudo conocer el nombre de su rival en los octavos de final: Suiza, que despachó a Honduras y se coló como segundo de la zona E, donde se clasificó como primero Francia y se quedó afuera Ecuador.
Terminar en la primera colocación era prioridad para el equipo de Alejandro Sabella, ya que se ubica así del lado que, en los papeles, aparece como más accesible en la segunda ronda del torneo. En posibles futuros cruces –en caso de superar a los suizos– se evitaría a candidatos como Brasil, Alemania (si termina primero), Francia, Uruguay o Colombia: todos están del otro lado del cuadro y se los enfrentaría en una hipotética final.
El más fuerte del lado argentino es Holanda –debe eliminar a México y luego a Costa Rica o Grecia–, pero la Naranja sería un eventual cruce recién en semifinales. En cuartos, la opción más probable es Bélgica (con un empate y hasta perdiendo con Corea se adjudica el grupo H), siempre que venza en octavos al segundo del G (por ahora Alemania 4 puntos, Estados Unidos 4 –definen entre sí–, Ghana 1 y Portugal 1).
Claro está que Argentina planteará su futuro paso por paso y con un objetivo primario a nivel interno: corregir los errores que quedaron expuestos en esta primera ronda. Varios, como la falta de movilidad ofensiva, se superaron ante Nigeria. Pero la defensa sigue mostrando su vulnerabilidad y eso es lo más preocupante.
Ante rivales de segunda ronda, por su jerarquía, se reduce el margen para buscar una victoria dependiendo sólo de una inspiración del astro rosarino Lionel Messi, quien salvó la ropa hasta ahora.
El rival inmediato
Suiza llega a octavos luego de vencer sobre la hora a Ecuador, ser goleado ante Francia y derrotar con autoridad a Honduras en el cierre de su zona, lo que le valió un total de 6 puntos.
La selección helvética cuenta con hombres de gran experiencia mezclados con jóvenes ya maduros que son figuras en sus equipos y varios de ellos vienen de ser campeones mundiales sub 17 hace cinco años. Muchos de sus integrantes militan en clubes punteros de Europa y llevan años curtiéndose en distintas batallas.
Se trata de un plantel que atesora calidad desde el arco hasta la línea de arriba: bajo palos está Diego Benaglio, un arquero de muy buen nivel que en 2009 se adjudicó la Bundesliga con el Wolfsburgo. Además, jugadores muy experimentados como Goekhan Inler, Philippe Senderos y Tranquillo Barnetta armonizan perfectamente con los jóvenes y talentosos Xherdan Shaqiri –gran figura con tres goles ante los hondureños–, Fabian Schaer y Granit Xhaka. Juntos buscan dejar su impronta en esta Copa.
Antecedentes mundialistas
Suiza participó, con ésta, en diez ediciones de la Copa del Mundo de la FIFA (1934, 1938, 1950, 1954, 1962, 1966, 1994, 2006, 2010 y 2014). Alcanzó los cuartos de final en tres ocasiones, la última de ellas en 1954, cuando ejerció de anfitriona, hace ya casi medio siglo.
Desde entonces, el equipo alpino se metió dos veces en octavos de final (en 1994 y 2006) y se despidió tres veces en primera ronda. De sus resultados cabe destacar el sensacional triunfo por 1-0 logrado en el partido de su debut en Sudáfrica 2010 sobre España, a la postre vencedora del torneo. En cualquier caso, esos tres puntos no le sirvieron para pasar a los cruces directos.
Todo eso, sin contar que en banco está el entrenador alemán Ottmar Hitzfeld, uno de los técnicos europeos con más títulos.