La feria más antigua de electrónica de consumo abre sus puertas esta semana en Berlín para mostrar una industria llena de confianza mientras se incrementa la demanda de pantallas planas, reproductores MP3, dispositivos para visualizar Internet y móviles.

La feria de la IFA se ha convertido este año en un evento anual cuando anteriormente era una feria bianual, célebre porque ha expuesto innovaciones durante décadas, como el DVD en 1995. No obstante, parece probable que este año la lucha se centre entre productos ya conocidos, más que en invenciones nuevas.

Continúa la guerra de formatos sobre el próximo estándar de DVD, una lucha que podría dañar el crecimiento de la industria al confundir a los consumidores y retrasar las ventas. Al mismo tiempo, los fabricantes de teléfonos móviles intentan romper el dominio del iPod de Apple mediante la integración de reproductores de música en los aparatos.

"La industria continúa en línea hacia la convergencia digital, pero no se esperan nuevos productos importantes", declaró Jurgen Smit, responsable de ventas en la minorista holandesa de productos electrónicos Polectro.

La IFA se ha convertido en un espectáculo anual en una industria cambiante, en la que los productos quedan obsoletos apenas dos años después de ser concebidos.

Se espera que más de 250.000 personas visiten los más de 1.000 expositores de 40 países. En la propia feria se venderán productos por valor de más de 2.500 millones de euros.

"La decisión de celebrar la IFA anualmente ha aumentado el prestigio internacional de la misma", declaró Christian Goeke, jefe operativo del parque ferial de Berlín.

Pero con la feria de Las Vegas en enero, no todo el mundo está contento de que los dos espectáculos más importantes del mundo de la electrónica se celebren con sólo cuatro meses de diferencia.