Por algo le dicen Loco. Marcelo Bielsa, entrenador del Athletic Club de Bilbao, se autoincriminó en una conferencia de prensa. Ante periodistas, denunció que ve "una estafa, un robo y un engaño" en las obras de remodelación que se están haciendo en instalaciones de la institución española. A la vez, admitió que su indignación lo llevó a comportarse de manera "salvaje" con un empleado de la constructora: aclaró que lo admite públicamente en caso de que el hombre haya sido presionado por su compañía o el club para no hacer una denuncia judicial en su contra.

Bielsa consideró que las obras no solo están tardando más de lo acordado en acabarlas sino que la constructora "lo está haciendo mal sabiendo que lo hace mal".

En una rueda de prensa de más de una hora de duración, la primera desde la posterior a la derrota en la final de la Copa del Rey el pasado 25 de mayo, el rosarino admitió que el asunto le tiene "indignado" y que, incluso, le llevó a comportarse como un "salvaje" con un empleado de la empresa constructora.

Por eso, contó que elevó una "denuncia policial" en la que ha "autoinculpado" por su comportamiento ante alguien del que piensa "lo peor" pero que considera está legitimado "a ejercer sus derechos".

El rosarino aseguró que salió al cruce de las informaciones porque le mellan su imagen y autoridad ante los jugadores, y que eso no lo puede "permitir". "Estoy haciendo esto y debería hacerlo el club", deslizó.

Por otro lado, Bielsa aseguró que no ha puesto al club "ninguna condición" para renovar y que la "indignación" que le ha supuesto que las obras de Lezama no va a influir en el "compromiso" alcanzado de continuar en el Athletic.

Confesó además que sintió "una profunda vergüenza" cuando terminaron las finales de la Liga Europa y de la Copa del Rey "porque el equipo perdió las dos veces 3-0 sin tener respuestas para competir".