En lo que va del año, los alquileres ya empezaron a aumentar y quizás sean uno de los costos que hoy encabezan el ranking de inflación. Aunque desde las inmobiliarias lo niegan, la suba de precios se debe al incremento de la demanda que crece de manera considerable en esta época del año. Los departamentos de un dormitorio siguen siendo los más buscados y el costo del alquiler parte de los 500 pesos. Para los inquilinos detrás de esos montos “hay una indexación encubierta”. En medio de este panorama, son muchos los que a pesar de querer pagar esa suma y conseguir la casa para habitar, a veces terminan con otros problemas que hacen a la búsqueda una verdadera odisea.

Precios por las nubes

Tras la crisis de 2001 el mercado inmobiliario trató de acomodarse pero siempre con cierta inclinación a la suba. 
“Cuando salimos de la devaluación los departamentos se empezaron a vender propiedades al mismo precio pero en dólares hasta llegar en la actualidad alcanzar valores iguales o mayores a los de la convertibilidad”, señaló Alejandro Juri, presidente de la Cámara Inmobiliaria de Rosario.

En este sentido, lo que dejó en claro Juri es que “los precios nunca vuelven hacia atrás”. Es así que actualmente en el mercado inmobiliario un alquiler que hace dos años rondaba los 350 pesos trepó en un cincuenta por ciento. “Podemos decir que si se tiene que renovar ese contrato de 2005 habrá que pensar en un desembolso de por lo menos 600 pesos. Casi el doble”, señaló Juri.

En tanto, para los miembros de la Asociación de Inquilinos de Rosario esos montos de alquileres no sólo reflejan incrementos sino indexaciones que se establecen al margen de la ley. “A mediados de 2005 hubo un importante incremento y según una encuesta que realizamos entre 500 inquilinos de la ciudad en julio del año pasado las renovaciones llegaban al cien por ciento con respecto al contrato anterior”, manifestó a Rosario3.com, Natacha Villalonga, abogada de la asociación.

Para ejemplo basta un botón. "Entre otras de las irregularidades detectadas en los contratos aparecen puntos donde el propietario se entiende de situaciones como la última que se vivió en la ciudad: el granizo", dijo Villalonga. "Con la pedrea se produjeron muchos deterioros y la mayoría de los dueños no se hace cargo salvo que en el contrato diga lo contrario", manifestó.

Pero para Villalonga lo más preocupante pasa por otro lado. “Hay un agravante que es que los aumentos no son siempre en el momento de la ejecución del contrato a veces se exigen antes de que se cumplan los dos años”, indicó la abogada. Y añadió: “Los propietarios exigen una suba siendo que la indexación está prohibida. Se trata de cláusulas abusivas. La gente se siente presionada y lo paga por miedo a no tener renovación más adelante”.

En el mercado inmobiliario local se consiguen monoambientes que rondan entre los 350 ó 400 pesos, departamentos de un dormitorio que parten de los 500 pesos y de dos dormitorios que arrancan en los 600 y alcanzan los 800 y 900 pesos según la superficie del departamento.

La zona más buscada es la línea del río y el radio cercado entre bulevar Oroño y avenida Pellegrini. En la zona de barrio Martin y del Parque España, según Juri, el metro cuadrado de construcción alcanza los 1.500 dólares.

Lo que hace que allí los propietarios y el negocio sean otros. “Fue notable como se amplió la oferta y la demanda en este sector. El perfil de los que compran este tipo de propiedades es el de gente que viene de la mediana industria, del campo o del cordón industrial donde están las aceiteras que despegaron en estos últimos años”, dijo Juri.

Pero el presidente de la Cámara de Inmobiliarias no descartó que los inmuebles más buscados siguen siendo los departamentos céntricos de un dormitorio. "Eso va de la mano de los tiempos que corren, hay más gente sola que trabaja todo el día y que su vida se ajusta a ese espacio", dijo.

Por último, Villalonga reclamó que el Estado empiece a intervenir en la regulación de las relaciones que se establecen en el mercado inmobiliario. "Debería haber un registro de las casas en venta y en alquiler. Porque son muchos los que tienen propiedades desocupadas y prefieren no alquilarlas al costo del mercado que les sigue pareciendo bajo. Por eso, muchos ni siquiera consiguen donde vivir de acuerdo a sus necesidades", lamentó.