No cabe duda de que los antibióticos constituyen uno de los avances más importantes alcanzados en la Medicina, cuando no en la Historia de la Humanidad. Y es que estos fármacos son los responsables de destruir a las bacterias y, por tanto, de combatir –y curar– algunas de las enfermedades infecciosas más mortales. Sin embargo, no debe olvidarse que el cuerpo humano también contiene muchas bacterias beneficiosas, caso de las que conforman la flora intestinal, que también pueden aniquiladas por estos medicamentos. Por tanto, es necesario que los antibióticos se tomen adecuadamente. Y es que de no ser así, las consecuencias pueden ser muy graves. Y no solo por un mayor riesgo de aparición de bacterias resistentes. De hecho, un estudio dirigido por investigadores de la Universidad Tulane en Nueva Orleáns (EE.UU.) muestra que el consumo a largo plazo de antibióticos se asocia con un mayor riesgo de mortalidad general, y sobre todo cardiovascular, en mujeres mayores.

Como explica Lu Qi, director de esta investigación presentada en el marco de la Sesiones Científicas 2018 sobre Epidemiología, Prevención, Estilos de Vida y Salud Cardiometabólica de la Asociación Americana del Corazón (AHA) que se están celebrando en Nueva Orleáns (EE.UU.), "las alteraciones del microbioma intestinal se han asociado con distintos trastornos amenazantes para la vida, caso de las enfermedades cardiovasculares y de algunos tipos de cáncer. Los antibióticos alteran el equilibrio y la composición de este microbioma, incluso cuando uno deja de tomarlos, por lo que es importante mejorar nuestro conocimiento sobre cómo la toma de antibióticos puede impactar en el riesgo de enfermedades crónicas y de mortalidad".

Los resultados realizados mostraron que las mujeres con 60 o más años que tomaban antibióticos durante dos o más meses presentaban, frente a aquellas que no los tomaban ‘nunca’, un riesgo un 27% superior de fallecer por cualquier causa y hasta un 58% mayor de morir por una enfermedad cardiovascular.

Es más; la asociación entre el uso a largo plazo de antibióticos cumplidos los 60 y el aumento del riesgo de muerte por cualquier causa estuvo condicionado por el consumo de antimicrobianos en la mediana edad. Y es que las participantes con mayor riesgo fueron aquellas que ya habían tomado este tipo de medicamentos cuando contaban con una edad entre los 40 y los 59 años.

Fuente: abc