La facultad de Periodismo y Comunicación Social de la Universidad Nacional de La Plata (UNLP) resolvió que ya no existan baños separados para varones y mujeres, sino que "ahora serán en forma indistinta para varones, mujeres y para lo que cada uno decida y quiera ser".

En un comunicado que el Centro de Comunicación y Género de la facultad subió a la web, se indica que la medida se tomó "ante el profundo cambio cultural al cual estamos asistiendo en Argentina en materia de género" y "teniendo en cuenta que entró en plena vigencia la ley de identidad de género".

Alumnas y alumnos consultados coincidieron en calificar a la resolución como "simbólica" o "superficial". Además, hicieron hincapié en que significará la "pérdida de la intimidad", sobre todo para las mujeres, y opinaron que por más que saquen los carteles que identifican a los baños "todos seguirán usando el mismo".

El secretario académico de la facultad, Carlos Ciappina, dijo que la casa de estudios “ha estudiado mucho la temática, pues tiene áreas de trabajo e investigación sobre comunicación y género".

Dijo que con esa base "se decidió iniciar un proceso de uso común de los baños que acota toda la división de géneros que existe en la sociedad para evitar discriminaciones", al tiempo que reconoció que será una "construcción gradual".

En cuanto a la estructura de los baños, explicó que el trabajo se hará sobre el de varones, quitando los mingitorios o separándolos de la zona de uso común.

En el baño

En tanto, la directora Centro de Comunicación y Género , Florencia Cremona, escribió un artículo en la web de la facultad titulado “Nos encontramos en el baño”.

“El baño de nenes y nenas no solamente nos denomina desde nuestra genitalidad, sino que además fortalece la heteronormatividad que fundamenta que haya solamente dos tipos de sexos, el femenino y el masculino. Y sobre esta norma se viene construyendo el mundo, un mundo de mujeres y gays marginados, de más cargos jerárquicos para varones, de la política del control y la especulación económica, de la amenaza de la fuerza bruta y de la trampa para sensibles. De aborto prohibido por el mito de maternidad inherente al cuerpo de la mujer y de wachiturros insinuantes por el mito de la libido incontrolable de un joven varón”, escribió la docente.

“Estamos viviendo a partir de la crisis de los lugares comunes, que tanto mal nos han hecho, la posibilidad de más verdad, de nuevas voces legítimas (por las leyes argentinas, al menos) que piensan y hacen la política desde las múltiples maneras de pensar el presente y soñar el futuro que nos da nuestra identidad de género”, agregó.

Para Cremona “hablar de género no es hablar de mujeres y varones, o de gays y trans, sino que es hablar del modo en el que se construye el poder y la vida pública”.

“El baño público es un baño para ir más allá de la portación genital y de la motivación sexual que interpele nuestras vidas”, concluyó.