La contaminación ambiental es uno de los problemas más graves que enfrenta la humanidad, y ya está teniendo repercusión directa sobre la salud de las personas. De acuerdo a un amplio estudio global, los bebés de la actualidad tendrán una expectativa de vida 20 meses menor a causa del aire contaminado.

Así lo reveló un informe del Instituto de Efectos en la Salud, en el marco del proyecto de Carga Global de Enfermedades del Instituto de Métricas y Evaluación de la Salud, que tomó datos de varios países alrededor del mundo. Lo destacado del trabajo es que pone en consideración este factor de riesgo generalmente excluido frente a otros más comunes como la dieta, la presión arterial o el tabaco.

La información recogida da cuenta de que la contaminación del aire contribuyó a casi una de cada 10 muertes en 2017, lo que la convierte en una causa de fallecimiento mayor que la malaria y los accidentes de tráfico, y es comparable a la de fumar, según publicó El Espectador.

En 2017, la contaminación del aire ocupó el quinto lugar entre todos los factores de riesgo de mortalidad a nivel mundial, lo que representa casi 5 millones de muertes prematuras y 147 millones de años de vida saludable perdidos.

Los países del sur asiático son los que peor expectativa tienen en este sentido, ya que allí la vida de los niños se verá recortada en al menos 30 meses frente a la generación previa. En África subsahariana esta cifra se mantiene alta y ronda los 24 meses, según los cálculos de los expertos.

El informe rastreó datos de la calidad del aire exterior como las partículas finas y el ozono que se encuentra cerca del nivel del suelo (ozono troposférico). También hizo un seguimiento de la exposición a la contaminación del aire en los hogares por la quema de combustibles como carbón, madera o biomasa para cocinar.

A partir de estos relevamientos, se estima que más del 90% de las personas en todo el mundo vive en áreas que exceden la Guía de la OMS para el aire saludable. Más de la mitad reside en áreas que ni siquiera cumplen con el objetivo de calidad del aire menos estricto de la OMS.