Miles de croatas estallaron de alegría en la céntrica plaza de Ban Jelacic, al ver ganar a la selección del país balcánico contra Inglaterra en la segunda semifinal del Mundial.

La lluvia, que no impidió que la plaza se llenara de gente, acompañó el desánimo general que se expandió rápidamente, después del minuto 5 del partido, cuando Inglaterra metió un gol.

Pero pronto los hinchas recuperaron las esperanzas y a distancia apoyaban a sus héroes coreando "Queremos gol" y "Todo por Croacia" entusiasmándose especialmente cada vez que en la gran pantalla aparecía en primer plano el capitán Luka Modric.

Bengalas, petardos y banderas se unieron a los cánticos y el ensordecedor estruendo del júbilo popular.

Similares fiestas se vieron en todas las plazas centrales de las ciudades croatas, que se expandían luego por las calles, con la gente cantando en medio de un estridente concierto de bocinas de los automóviles.