Mar del Plata.- (por Damián Schwarzstein, enviado especial) Recuperaron la fe. La mayoría de los empresarios espera que la situación mejore el próximo semestre, de acuerdo a una encuesta sobre las expectativas de los hombres de negocios presentada este viernes, en el inicio del coloquio de Idea que se realiza hasta el viernes en Mar del Plata. Eso sí: el optimismo es a corto plazo y consideran incierto lo que puede pasar un poco más allá, en 2011, lo que –según la interpretación del economista Dante Sica- condicionará la inversión.

Justamente, el hecho de que la inversión no acompañe otras variables generaría un subaprovechamiento de un marco internacional que volvería a favorecer al país. En ese sentido, una cuestión sobresale entre las demandas a corto plazo de los empresarios al poder político para mejorar la competitividad: la necesidad de establecer “consensos internos”.

Un 53 por ciento de los 228 ejecutivos consultados entre el 15 y el 23 de octubre por la consultora D’Alessio Irol cree que el próximo semestre se va a consolidar una recuperación que ya en agosto se comenzó a notar. Son seis puntos más que los que creían eso antes de mayo y diez más que los que eran optimistas un año atrás, en plena crisis financiera internacional.

Los empresarios creen que la mejora de sus compañías será empujada por dos factores fundamentales: el crecimiento del consumo interno en primer lugar (51 por ciento) y una suba en las exportaciones (43%). Además, un 26 por ciento cree que aumentará el empleo.

En cuanto a los principales factores para aumentar la competitividad del país, en primer lugar aparece uno de largo plazo, el mejoramiento de la educación (señalado por el 46 por ciento) y en segundo otro más coyuntural, la construcción de consensos (42%).

Al hacer una interpretación de estos números, el economista Dante Sica resaltó que la recuperación del optimismo se enmarca en un marco internacional que se estabilizó después de la crisis financiera y que genera ciertas condiciones favorables para la Argentina, como el aumento del precio de los comodities, el crecimiento de la demanda de Brasil y la reevaluación del real.

Además, consideró que juega a favor la apertura del gobierno nacional hacia los organismos de crédito internacional, lo que aleja el fantasma del default.

En cambio, opinó que la incertidumbre que aparece cuando se plantea el mediano plazo pone un freno a la inversión. Eso explicaría la demanda de “construir consensos” reflejada en la encuesta, algo que se espera que se haga escuchar en los debates del coloquio de Idea –al que asisten 800 empresarios- que arrancan este jueves con dos dirigentes políticos que seguramente revindicarán el diálogo como un escenario obligado para la Argentina que viene: Eduardo Duhalde y Rodolfo Terragno.