Ya se sabe: si hay Congreso, seguro que hay Contracongreso. El terreno de la salud no es la excepción.

Esta tarde, los integrantes de la Asamblea de Trabajadores de la Salud –de paro en reclamo de una recomposición salarial– se concentrarán en la Plaza Montenegro para definir el plan de lucha a seguir. La elección de ese escenario no es casual: en el Centro Cultural Bernardino Rivadavia comienza este miércoles el Congreso “oficial” de la Salud Municipal.

“No es que hagamos un contracongreso nosotros lo hemos titulado «La otra mirada del Congreso» y consistirá en la exposición de una serie de afiches a través de los cuales contaremos a los visitantes en qué consiste nuestra lucha y cuáles son nuestros reclamos”, explicó Lucia De Vincenti, representante de los profesionales de la Salud, a Rosario3.com.

Por su parte, el secretario general de la Asociación de Trabajadores del Estado (ATE), Jorge Acedo, difundió un comunicado en el que respalda a los profesionales y además denuncia que si bien el municipio está notificado de la afiliación de los asambleístas a ese gremio, aún no ha reconocido esa vinculación y no ha incorporado el respectivo código de descuento.

Además, Acedo recuerda al intendente que el 29 de septiembre el Ministerio de Trabajo de la Nación emite dictamen en el que notificaba al municipio que debía reconocer a ATE como organización sindical y aceptar dichas afiliaciones.

Una larga batalla

La demanda de los médicos es la recomposición salarial. Pero, en la jornada de este miércoles, se hizo público además el rechazo al levantamiento unilateral por parte de la Municipalidad de la mesa de negociación. A la movida se sumó el gremio de la Sanidad.

El plan de lucha comenzó en abril de este año, cuando tanto los médicos como otros profesionales de la salud que prestan servicios en efectores municipales empezaron a reunirse y a movilizarse en reclamo de sus derechos: un salario que cubra la canasta familiar (2.200 pesos por un turno de 24 horas semanales), la necesidad de contar con un convenio colectivo de trabajo para el sector, la carrera sanitaria aprobada hace 15 años y reglamentada hace 13.

En los sucesivos planteos efectuados ante la secretaría de Servicios Públicos, lejos de lograr la respuesta deseada, los trabajadores soportaron el descuento de los últimos días de paro, por parte del Municipio y el descrédito del intendente Miguel Lifschitz quien los trató de “grupo minoritario, con intereses políticos”.