Así describe Marc Prensky a los “nativos digitales”, una generación que creció rodeada de computadores, internet, videojuegos, celulares y reproductores de música digital.

Aunque el escritor y autor de software y videojuegos educativos sostiene que el concepto ya es "algo antiguo y mucha gente lo ha usado mal", lo que sigue igual de vigente es que esta generación "piensa y procesa la información de una forma fundamentalmente distinta a la de sus antecesores de la era pre-digital", justamente sus padres y profesores.

Prensky, consultor de capacitación para niños y adultos, visitó Santiago de Chile para dictar una serie de conferencias y explicó que “lo que caracteriza a los nativos digitales es una actitud hacia la tecnología: la ven como algo simple, amigable, que pueden aprender y que quieren aprender. Y son muy buenos haciéndolo solos o entre ellos. Si no hay computadores para todos, el profesor puede agrupar a los niños en pares o en grupos o formar redes de estudiantes, pero no deprivarlos de acceder a la tecnología”.

"A diferencia de generaciones anteriores donde el profesor era el que sabía y los alumnos anotaban, hoy el acceso a internet, a los videojuegos y a otras tecnologías permite a los niños descubrir lo que realmente les interesa y aprenderlo por su cuenta. Es lo que hacen todos los días después de clases. En vez de decirles "esto es lo que tienes que aprender", sería mucho mejor preguntarles ´¿Qué es lo que te apasiona?´? y buscar cómo enseñarles en relación a eso. Si lo logras, los niños aprenderán porque quieren, no porque deben", define.

El experto explica que se necesita un cambio “pedagógico y metodológico”. Y aconseja: “hay que pasar de un profesor que pone las reglas y que está sobre la tarima a uno que entrena, que acompaña. No es necesario que los profesores aprendan tecnología para enseñárselas a sus alumnos. No podrán. En la medida en que los niños del siglo XXI aprenden por sí mismos, el rol del profesor será el de un guía, que hace preguntas, evalúa la calidad, proporciona rigor y contexto".

Mientras muchos padres reclaman por el exceso de tiempo que pasan sus hijos frente al computador, Prensky matiza: “todo es un asunto de equilibrio. El computador es atractivo porque es una herramienta para aprender. Incluso cuando juegan videojuegos están aprendiendo. Si un padre quiere privar a su hijo de ese aprendizaje y no dejarlo vivir en su propio siglo puede hacerlo, pero no será muy justo con ese niño".

Fuente: El Mercurio – Chile