Los nuevos edificios deberán tener tanques de reservorio de agua para prevenir anegaciones en la calles. La iniciativa del Ejecutivo municipal fue convertida en ordenanza este jueves por el Concejo y establece la creación de retardadores de desagües en las futuras obras de la ciudad.
La suerte de piletas, cuyo tamaño dependerá a su vez de la dimensión de los edificios y responderá a una escala fijada en el texto, servirá para que el agua escurra de forma controlada y evitar inundaciones.
“El proyecto establece que los edificos en altura construyan un reservorio y que en momento de lluvia torrencial, el agua vaya saliendo por un caño de tamaño menor y que no provoque más problemas en la ciudad”, aseguró y aclaró que la medida es exigible sólo para quienes construyan de ahora en más.
El detalle
En los proyectos de edificios de cualquier tipo, de más de 23 metros de altura o más de 500 metros cuadrados de superficie impermeabilizante, en cualquier sector de la ciudad, se incorporarán sistemas reguladores y/o retardadores del escurrimiento.
Se define como superficie impermeabilizante a la superficie del predio menos la superficie absorbente remanente del mismo.
La mencionada exigencia se hará extensiva a la construcción de barrios de vivienda (urbanización integral) cualquiera sea el número de unidades.
El sistema de regulación estará constituido básicamente por un reservorio cuyo volumen útil no será inferior a los valores indicados por tabla. El reservorio podrá materializarse mediante tanques, cámaras, conductos, u otro tipo de elemento apto para el depósito transitorio de agua de lluvia.
El reservorio recibirá parte del efluente pluvial recogido en cubiertas y pisos, y lo derivará, según el equipamiento infraestructural existente, a cordón de vereda, zanja o conducto de carácter pluvial o pluviocloacal existente, mediante salida regulada.
En el caso de descarga a zanja existente se recomienda para el diseño del sistema, tener en cuenta el nivel del cordón futuro. En caso de salidas conjuntas pluviales y cloacales se deberán adoptar las previsiones adecuadas para lograr estanqueidad atmosférica entre ambos sistemas (sifones, cierres hidráulicos, etc.)


