Si bien existen tanto hombres como mujeres miopes, hipermiopes y astigmatas, las segundas son más proclives a sufrir otros problemas oculares por diversos factores.

Por ejemplo, aquellas que toman anticonceptivos son menos tolerantes al uso de lentes de contacto, sustancia que también las hacen más proclives a las trombosis venosas en todo el cuerpo, según consignó Doc Salud.

Además, es más frecuente que las mujeres añosas de ojos claros y contextura delgada sean más proclives a sufrir maculopatía relacionada con la edad, un proceso que afecta a la parte central de la retina. Si bien esta no suele conducir a la ceguera, afecta la visión central y la discriminación de letras de colores.

Las jóvenes algo excedidas de peso que se quejan de frecuentes dolores de cabeza y periodos de “oscurecimiento visual” (ven mal por unos instantes) podrían padecer un cuadro de hipertensión endocraneana ideopática que si no es diagnosticada a tiempo, puede disminuir severamente el campo visual.

En cuanto a la esclerosis múltiple que produce inflamaciones en distintas partes del cerebro, lo hace especialmente en el nervio óptico (neuritis ópticas), y es más frecuente también en el sexo femenino.

Además, el embarazo y la eclampsia (hipertensión maligna) pueden producir desprendimientos de retina serosos que ceden cuando baja la presión.