Cerca de un centenar de radicales ortodoxos se manifestaron en la plaza Pushkin de Moscú para pedir una "nueva inquisición" y protestar contra la celebración del concierto que la cantante estadounidense Madonna ofrecerá el próximo día 12 en la capital rusa.

"Hemos proclamado una nueva santa inquisición, que luchará contra la profanación de la cruces, de los iconos y de la simbología de la ortodoxia rusa", dijo Leonid Simónovich-Nikshich, líder de la Unión de Abanderados Ortodoxos, organización que convocó el mitin.

El dirigente ortodoxo, citado por la agencia Interfax, indicó que "el objetivo de la nueva inquisición no es matar a personas, sino luchar contra el sacrilegio".

"Los ortodoxos haremos todo lo que esté a nuestro alcance para impedir el concierto de Madonna en Moscú", añadió Simónovich-Nikshich.

La Iglesia Ortodoxa rusa (IOR) ha pedido a sus fieles que boicoteen el concierto que ofrecerá Madonna en Moscú dentro de la gira mundial de presentación de su último disco, Confessions on a Dance Floor.

"Para ilustrar sus propias pasiones, Madonna explota la cruz, la imagen de la Virgen y otros símbolos religiosos. Esto es inadmisible", dijo el director de Relación Públicas de la IOR, Vsiévolod Chaplin.