Por eso, las autoridades carcelarios alojaron a Baroni –quien abusó y mató a la directora oriunda de San Jorge luego de subir a su auto en Cañada Rosquín– en el pabellón de los presos evangelistas, el número cuatro, conocido como el de “Los Hermanitos”.
En ese mismo pabelló está Juan Pablo Carrascal, condenado por la violación y muerte de Daniela Spárvoli, una maestra oriunda de Carcarañá, en el año 2003.
La mujer, de 27 años, trabajaba en una escuela de Villa Eloísa y habitualmente hacía dedo para retornar a su casa en Carcarañá. El 14 de mayo de 2003, su cuerpo apareció tirado en el "camino viejo a Bustinza", que conecta esa localidad con Correa. La habían violado y estrangulado el día anterior, luego de retirarse de la escuela y subir a un utilitario frente a una estación de servicios de Cañada de Gómez.
Gabriel Zelante, director de la cárcel de Coronda, dijo a la radio santafesina que el rechazo de los presos a Baroni no es un caso particular, sino que se enmarca dentro de la generalidad del mundo carcelario. Según el funcionario, los internos son reacios a compartir pabellones con personas acusadas de cometer delitos sexuales.
Baroni fue alojado en un principio en el pabelló 11, pero fue trasladado cuando el resto de los presos del lugar inició una huelga de hambre.


