Sin lágrimas

Uno de los problemas más comunes con la cebolla, es la incomodidad en los ojos que nos provoca pelarlas. Para evitar el lagrimeo, dejar el vegetal en la heladera por un par de horas. Esto neutralizará el efecto “llanto”.

Alegrar las comidas

Nada mejor que un buen aderezo para realzar el sabor de las ensaladas, que suelen ser una buena opción de guarnición, deliciosa y saludable. Para salir de la rutina de la sal, aceite, vinagre y jugo de limón, nada mejor que introducir variantes para combinar diferentes gustos y renovar lo que consumimos habitualmente. Los ingredientes a elegir de acuerdo al sabor preferido son: jengibre, mostaza, queso azul, huevo picado, albahaca, cilantro, orégano, etc. Los aliños agridulces pueden incluir miel, jugo de naranja, leche de coco y queda muy decorativo y sabroso agregar por encima de la ensalada algunas semillas de sésamo, de girasol o de calabaza. La imaginación es la mejor aliada en la cocina de todos los días.

Espesante natural

El agar agar es un excelente reemplazo de la gelatina. Se obtiene de distintas algas – a diferencia de la gelatina, que es un producto industrial de origen animal- y actúa como espesante y estabilizante. Contiene minerales como calcio, hierro y magnesio, tiene muy pocas calorías, activa el tránsito intestinal y ayuda a bajar el colesterol. Se lo utiliza en la elaboración de mousses, helados, flanes, budines dulces o salados y se consigue en polvo y en hebras.

Más color, más sabor

Cada vez que preparemos arroz, mijo, trigo burgol o quinua podemos añadirles durante la cocción una especia característica de la cocina hindú: la cúrcuma. No sólo les aportará su exótico sabor sino que también su color amarillo los hará lucir más apetitosos. Entre otras virtudes, la cúrcuma es antioxidante, ayuda al buen funcionamiento del hígado y mejora la circulación.

Fuente de ácidos grasos y vitaminas

Además de los aceites tradicionales como el de maíz, el de oliva y el de girasol, es conveniente incorporar a nuestras comidas el aceite de lino. Aporta vitaminas A y E, es una de las principales fuentes de omega 3, ayuda a disminuir el colesterol y combate el estreñimiento. Se sugiere ingerirlo crudo y conservarlo en la heladera para evitar su oxidación.

Alimentación viva

Los alimentos crudos conservan sus propiedades en todo su esplendor, ya que la cocción atenta contra los nutrientes y la energía propia de cada uno de ellos. Facilitan la digestión, otorgan vitalidad y previenen el sobrepeso. Es recomendable incluir en las comidas diarias vegetales, brotes, frutas frescas y secas, y combinarlos con los alimentos cocidos, aumentando de a poco las cantidades de los crudos para obtener todos sus beneficios.

Sustituto de la leche, rico y sano

En casos de intolerancia a la leche de vaca o simplemente para reemplazarla por otras alternativas más naturales, podemos recurrir a las leches vegetales y además, realizarlas en casa. Las almendras son ideales para este tipo de preparaciones. Se dejan en remojo unas 15 almendras hasta que se ablanden y se les pueda quitar la piel con facilidad. Luego se licúan con medio litro de agua mineral y se filtra con un lienzo limpio y seco. Aporta potasio, calcio, fósforo, no tiene colesterol y es energética.