Los trolebuses canadienses que en algún momento se pensaron incorporar al sistema de transporte urbano rosarino comenzaron hace dos días el viaje que los llevará a su confirmado destino: Mendoza. La noticia causó tristeza y enojo por parte de los rosarinos integrantes de la asociación Amigos del Riel.

“Es una verdadera lástima. Ya la operación se cerró”, planteó Mariano Antenore, quien forma parte de esa entidad, en diálogo con Rosario3.com.

Recordó que a los trolebuses “los había conseguido José Luis Moscovich”, un rosarino a cargo del ente metropolitano de San Francisco, Estados Unidos. “Las gestiones se iniciaron hace tres años, en todo momento se planteó como muy auspicioso pero en junio de este año el intendente desistió por falta de fondos”, detalló.

La administración Lifschitz había iniciado con bombos y platillos las gestiones para la compra de las unidades, en el marco de un ambicioso proyecto que planteaba unir Rosario con Villa Gobernador Gálvez y Granadero Baigorria. En otras palabras, el resurgimiento de la vieja línea M.

Pero ese plan preveía un subsidio de 2,5 millones de pesos de la Nación, que nunca llegó. Por eso el gobierno municipal admitió luego dificultades a la hora de desembolsar los 6,5 millones de dólares necesarios para comprar los trolebuses y jamás presentó oferta para su adquisición.

Según Antenore, la excusa del municipio era que “si bien los trolebuses eran baratos, era muy caro el flete, embarcarlos para traerlos. Ahora a ese dinero lo puso Mendoza y se quedan ellos con las unidades”.

Mendoza estaba también interesada en la flota canadiense y fue esa ciudad la que finalmente adquirió los 80 coches tras participar de una licitación. Las unidades salieron este martes 4 de noviembre, en barco, de Vancouver a Valparaíso, Chile. De allí serán cruzadas a la provincia cuyana.