Las fotos permiten que lo recuerde, casi como detenido en el tiempo, y lo compare con lo que le devuelve el espejo. Sin embargo, sólo la gente que lo conoció, puede encender la verdadera imagen de Olmedo, de ese Negro que tantos querían. Y así, a partir de las palabras es que su hijo Alberto, fruto de su relación con Nancy Herrera, puede aproximarse al padre, que poco disfrutó.

Hace 19 años que el artista Alberto Olmedo perdía la vida en Mar del Plata y la noticia entristecía al país. A casi dos décadas de ese día, muchos homenajes y muestras de cariño y admiración ha recibido este cómico, que para muchos es insuperable. Alberto, su hijo más joven, en diálogo con De Tarde en Tarde, habló de cómo él construye a ese personaje entrañable de Rosario.

“Soy parecido a él en lo blanco del ojo”. Alberto aseguró que en nada se asemeja a su padre, sin embargo, su mamá Nancy Herrera, también en contacto telefónico con Radio2, pudo descifrar sus palabras. “Es igual al padre lo que pasa que él mucho no lo conoció”, aclaró y dio un ejemplo más que convincente: “Tienen todo parecido, un carácter introvertido que los hace pecar de antipáticos”, y advirtió: “Pero, con los amigos se abren y cuando lo hacen son muy graciosos” Y en referencia a su hijo, agregó: “En el barrio no hay persona q no me hable de Albertito. Sé que tiene muchos amigos”.

Albertito, como le dice su mamá, debió adaptarse a convivir con una imagen tan famosa como la del actor mismo. “Soy conciente de las alegrías que mi papá le dio a la gente y me gusta pero no sé cómo decirlo. De a poco me voy acostumbrando a verlo en todos lados”, asegura con naturalidad. El recuerdo, entonces se hace presente de forma constante pero con más fuerzas para este tipo de fechas. “De vez en cuando, cuando tenés un bajón capaz, que aparece, por fotos y cosas que tenemos uno se acuerda”, reconoce.

Por su parte, Nancy Herrera, última pareja del cómico y mamá de Alberto, manifestó entre risas que era cierto lo de “primero los amigos, después las minas”, que el rosarino más famoso, supo encarnizar a lo largo de su vida. Entre los recuerdos que Herrera compartió con el programa radial, destacó la amistad que Olmedo tenía con otro grande del humor nacional, Tato Bores.

“No lo recuerdo todos los días porque ya elaboré el duelo y ese horror que pasé. Pero cuando lo hago es con la buena onda que él tenía”, confesó y en relación al lugar privilegiado que su ex pareja ocupó en el género humorístico, destacó: “Creo que todos los artistas cuando se van rompen el molde porque todos somos únicos, pero él era insuperable”.