El presidente de Brasil, Inácio Lula Da Silva, ordenó hoy que se investigue el estado de la pista del Aeropuerto paulista de Congonhas, donde ayer se estrelló un avión con 186 personas a bordo, en la peor tragedia aérea de
este país. Por su parte, la Aeronáutica brasileña prohibió hoy provisionalmente el uso en días lluviosos de la pista principal del aeropuerto de Congonhas.

Por determinación del presidente, el ministro Tarso Genro solicitó al director general de la Policía Federal, Paulo
Lacerda, una investigación policial para establecer si la pista fue entregado por la autoridad pública para uso de las aeronaves dentro de las normas técnicas legales de seguridad.

El Airbus A-320 de la empresa TAM habría derrapado antes de salir de pista, derribar las vallas de contención e impactar en un depósito de la misma empresa, ubicado del otro lado de la Avenida Washington Luis, en el sur de la ciudad de San Pablo. La pista del aeropuerto de Congonhas, el mayor de Brasil, fue refaccionada recientemente.

Las conclusiones de la investigación que ordenó el mandatario brasileño serán una pieza importante para hallar las causas del siniestro, lo cual llevará a los responsables del mismo.  Si se detectara que la pista no presentaba las condiciones de drenaje necesarias, ranuras en el pavimento conocidas como "gooving" en el mundo aeronáutico, para garantizar el aterrizaje en una ciudad lluviosa y que ese fue el motivo del despiste de
Airbus 320, la responsabilidad recaerá en el Estado.

Los primeros indicios, según el portal de noticias UOL, del grupo Folha de San Pablo, indicarían que el motivo de la tragedia no fue el estado de la pista. Paralelamente, mientras la Policía Federal inicia sus peritaje hoy, desde ayer un equipo de expertos de la Fuerza Aérea está en el lugar del siniestro para recolectar información y elaborar un reporte, pedido también por el presidente Lula.

El comandante de la Aeronáutica, Juniti Saito, informó hoy a periodistas que técnicos del Centro de Investigaciones y Prevenciones de Accidentes Aéreos revisaron las dos pistas de Congonhas y, como medida preventiva, desautorizaron el uso de la principal en días de lluvia. La medida prevalecerá hasta que los técnicos determinen que la pista tiene condiciones de seguridad para aterrizajes y despegues.

Pese a que el aeropuerto reinició hoy las operaciones, por ahora solo está usando su pista auxiliar y tendrá que proseguir así en caso de lluvia una vez la pista principal sea reabierta.

La pista principal de Congonhas, que el año pasado un juez ya había mandado cerrar en días lluviosos por falta de seguridad, fue sometida a una amplia reforma este año y las obras fueron entregadas hace dos semanas con atraso e incompletas.

La Infraero, empresa estatal responsable de la administración de los aeropuertos brasileños, autorizó entonces la utilización de la pista, pese a que aún no habían hecho las ranuras que permiten el drenaje del agua de lluvia y aumentan la adherencia de los neumáticos de los aviones al suelo.

La decisión de los técnicos de la Aeronáutica de prohibir el uso de la pista principal en días lluviosos fue comunicada al presidente brasileño, Luiz Inácio Lula da Silva, en una reunión que el jefe de Estado tuvo con Saito este miércoles.