Aunque la noticia del cierre en Rosario generó lógica preocupación en Rafaela, donde el grupo Mahle es propietario de la ex Edival y emplea a más de 700 obreros, las informaciones que se conocieron daban cuenta que la filial argentina del grupo habría recibido instrucciones desde Alemania de no interrumpir la producción en la ciudad conocida como la perla santafesina, lo que garantizaría la continuidad de la fuente laboral. Así se lo habrían asegurado los ejecutivos de la firma al ministro de Trabajo de la provincia, Carlos Rodríguez, con quien se comunicaron este fin de semana.

El caso de la planta rosarina es distinto al de la fábrica rafaelina. En 2006 Mahle desembarcó en la provincia con la compra de las autopartistas Dana y Edival. En Dana se fundían y mecanizaban aros de pistón y camisas de cilindros con la marca Perfect Circle, y en las mejores épocas desde esa planta salían productos hacia Brasil, Uruguay, Paraguay, Bolivia, Chile, Perú, Ecuador, Colombia, Venezuela, El Salvador, México, EE.UU., Francia, Inglaterra, España, Sudáfrica, Australia, N. Zelanda, Puerto Rico, Hong Kong, Singapur. Pero desde hace un tiempo a esta parte se multiplicaron las pérdidas y hay quienes aseguran que las caídas por los movimientos en Rosario alcanzan los 20 millones de pesos.

En los últimos dos meses la planta de Rafaela permaneció cerrada con intermitencias, durante períodos de una semana. Por los jornales caídos los empleados cobran sólo el 70% de los sueldos. Ayer, en medio de la profunda inquietud que surgió por la noticia del cierre de la planta rosarina, en nuestra ciudad se repetía con insistencia la versión de que los alemanes le bajaron el pulgar a la planta de Rosario, pero están dispuestos a garantizar la continuidad de las operaciones en la planta de Rafaela.