El lunes pasado, en el marco de la conmemoración por la guerra de Malvinas, cinco ex combatientes argentinos desplegaron una bandera nacional en el cementerio de Darwin, donde están enterrados 230 de los 649 soldados fallecidos durante la disputa bélica.

El gesto que se hizo como un homenaje en recuerdo de los caídos generó en la población británica local enojo, al ser entendido como una falta de respeto que podría entorpecer el viaje de familiares de las víctimas previsto para noviembre próximo.

Los kelpers y ex veteranos británicos expresaron su malestar por el acto de los ex combatientes argentinos en Darwin. "Es un acto de arrogancia y casi de fuerza", expresó el historiador García Hamilton

“A mí, personalmente, no me gusta ver una bandera argentina en suelo de las Falklands”, sentenció Andrea Clausen, de 35 años, la integrante más joven del consejo de gobierno de las Malvinas, en declaraciones al diario La Nación.

Los isleños mostraron  que el recuerdo y el dolor argentino se tradujo en un acto vergonzoso porque mucha gente podría sentirse “afectada y reaccionar”. "No fue inteligente hacer política en un cementerio", consideró.