Una reunión de amigos en un departamento de barrio Martin terminó de la manera menos esperada: cuando se despedían, cuatro delicuentes armados los aguardaban en el palier del edificio, los obligaron a reingresar a punta de pistola, los ataron y les robaron.
El hecho sucedió pasadas las 2 de la mañana de este domingo en jurisdicción de la comisaría 1ª, donde vive Abel Furno, defensor general en el Distrito Judicial Nº 7 (Casilda).
El funcionario, según contó al programa Radiópolis, de Radio 2, había recibido invitados. Ya pasada las 2 de la mañana bajó a abrirle a una pareja que se retiraba, Cuando volvió se encontró con una ingrata sorpresa: cuatro delicuentes armados con pistolas calibre nueve milímetros se le metieron en el departamento cuando intentaba cerrar la puerta.
Furno, su hijo y los siete invitados que quedaban vivió a partir de allí media hora de pesadilla. Sobre todo, según contó el funcionario judicial, porque los delincuentes le apuntaban a su hijo de 8 años para pedir más dinero.
Los delincuentes los ataron con cables y les cubrieron los ojos con servilletas: se llevaron dinero, celulares y una notebook, como así también otros objetos de valor de la casa y pertenencias de todos los presentes, como relojes y billeteras. Sin embargo, el efectivo no era mucho y tampoco habóa joyas, que era lo que los delincuentes buscaban.
Furno describió la situación como "muy violenta" –los varones recibieron varios golpes–, pero también dijo que los ladrones eran "profesionales" y que se calmaron cuando le preguntaron a qué se dedicaba y él contestó que defendía a gente como ellos. A las mujeres, "las trataron bien, no se propasaron".
Los delicuentes se fugaron del lugar sin que pudieran reconocerlos ni prácticamente verles las caras. Tras la huida, las víctimas lograron desatarse y radicar la denuncia policial.