Mantener el mismo médico de cabecera durante el mayor tiempo posible podría ser un factor protector frente a la muerte, según un estudio que ha llevado a cabo por vez primera una revisión sistemática de la relación entre las tasas de mortalidad y la continuidad de la atención médica.

El trabajo, elaborado por Hospital St Leonard's Practice en Exeter y la Facultad de Medicina de la Universidad de Exeter (Gran Bretaña), y difundido por ABC Salud, concluyó remarcando la importancia de las relaciones personales en la atención médica y la confianza del paciente en el profesional sanitario.

“Esta revisión sistemática revela que, a pesar de los numerosos avances técnicos, la continuidad de la atención es una característica importante de la práctica médica y, potencialmente, una cuestión de vida o muerte”, indica el trabajo.

Estudios previos han revelado que la llamada continuidad de la atención sanitaria está relacionada con una serie de beneficios: pacientes que siguen los consejos médicos con mayor interés, una mejor aceptación de las vacunas y otras medidas preventivas, y menos ingresos hospitalarios de urgencias.

Ahora, los resultados del trabajo realizado en Gran Bretaña reafirman este mensaje: el contacto mantenido entre el médico y su paciente está relacionado con menos muertes. El efecto se aplicó en diferentes culturas, y no solo se refiere a los médicos de familia, sino también a los especialistas, incluidos los psiquiatras y los cirujanos.