El pugilista argentino Sergio Maravilla Martínez afirmó que hasta que no tenga frente suyo en el ring al mexicano Julio César Chávez junior, para combatir por el título mediano CMB, no cree que el pleito se concrete y se mostró "indignado" por la situación "incierta" que le toca vivir.

Maravilla Martínez se encuentra en Buenos Aires visitando a su familia y espera que se firme oficialmente la tan esperada pelea ante Chávez junior, campeón mediano del Consejo Mundial de Boxeo (CMB).

"Hasta que no vea a Chávez con los guantes en el ring, delante mío, no voy a creer que se concrete el duelo. Me tiene indignado y preocupado esta situación tan incierta. Tengo la promesa de José Sulaimán (presiente del CMB) que pelearé con el mexicano si vence a Andy Lee, el 16 de junio en Texas", le dijo Martínez a Télam en una charla realizada en un hotel del barrio porteño de La Recoleta.

"Tengo fecha para combatir el 15 de septiembre en Las Vegas por parte de HBO (la cadena televisiva estadounidense). También puede ser en octubre. Pero si Chávez nuevamente me elude, el Consejo Mundial tendrá que sacarle el título y ordenar una pelea con el primero en el ranking. Eso sería lo más creíble y serio", expresó Martínez con preocupación.

En reiteradas oportunidades el titular del Consejo Mundial, manifestó que Chávez junior "deberá defender el cinturón verde-dorado ante el argentino".

El número uno del ranking de la categoría mediano del CMB es, paradójicamente, un púgil argentino. El invicto neuquino Billi Facundo Godoy, campeón nacional e interino Latino de la entidad, por lo cual se podría dar un enfrentamiento por el título vacante de los 72,574 kilos, entre dos púgiles de Argentina.

"No tengo problemas en aceptar a quien designe el CMB. Si proponen que la pelea se realice en el Luna Park -con el número uno del ranking o con otro rival-, pienso que no habrá problemas. La cadena televisiva HBO está dispuesta a, que si hay acuerdo, el combate se efectue fuera de Estado Unidos. Buenos Aires es una sede factible", reconoció el bonaerense.

"Mis representantes (Lou Di Bella y Sampson Lewkovicz) hicieron todos los trámites legales para que el contrato esté en orden de nuestra parte. Todo legal y claro. Pero veo muchas idas y venidas por parte de los manejadores de Chávez -Bob Arum de la Top Rank- que no me dan confianza. Me molesta mucho esa actitud", se quejó.

"Desde cuando era amateur siempre tuve algunos escollos.

Recuerdo que me tenían que armar un festival en Quilmes o lugares aledaños y le tenían que pagar más al rival porque no querían enfrentarme. No fue fácil nunca. Lo mismo me ocurrió cuando pasé al profesionalismo (debutó en 1997). Ya estoy curtido en esto de esperar", apuntó el quilmeño.

Pero a pesar de sus "angustias" por la incertidumbre que le crea esta situción indefinida, Martínez mostró en el programa Duro de Domar -que se emite diariamente por Canal 9- su lado de "buen humor" y soltura al realizar un stand up (monólogo) que resultó sorprendente.

"Es mi intención cuando me retire del boxeo realizar este tipo de espectáculos. Me gusta mucho y me resulta divertido y simpático. El buen humor es parte de mi personalidad. No siempre peleo (sonrió) y no me equivoqué media palabras. ¿Qué tal, lo hice bien?", preguntó Maravilla, quien en todo diálogo no deja de resaltar el amor que tiene por su madre (Susana Paniagua).

Martínez ganó el título mediano en el ring en Atlantic City (ante el local Kelly Pavlik en abril de 2010) y se lo retiraron en un escritorio a fines de ese año, con la firme promesa de que tendría su oportunidad para disputar ese cetro a la brevedad, por lo cual lo declararon campeón Emérito (super campeón).

Además ganó el cinturón de Diamante mediano CMB (valuado en 50.000 dólares), cuando derrotó por nocaut técnico en ocho rounds al ucraniano Sergei Dzinziruk en Mashantucket, Connecticut, Estados Unidos, en marzo de 2011.

A su vez, Martínez realizará mañana a las 17 una rueda de prensa en la sede del sindicato de la Asociaci¢n de Trabajadores de la Industria Lechera de Argentina (ATILRA), ubicada en Hipólito Irigoyen 4056, en el porteño barrio de Almagro.