Boca no arrancó bien en su debut en el torneo Apertura, pero reaccionó a tiempo y logró al menos un empate frente a Argentinos Juniors por 2-2 en la Bombonera. El ingreso de Guillermo Marino en el comienzo del segundo tiempo fue clave, ya que el ex volante de Newell’s marcó los dos goles para igualar un encuentro que el Bicho ganaba gracias a los tantos de Gabriel Hauche y Nicolás Gianni.

El equipo de Alfio Basile no contó con su máxima estrella, Juan Román Riquelme, quien fue expulsado en la última fecha del Clausura.

Boca ganó con facilidad por arriba en el área de Sebastián Torrico y, como en la gira europea, Sebastián Battaglia sorprendió en posiciones de ataque.

Pablo Mouche, en contadas ocasiones, intentó abrir a la defensa de tres visitante e Insúa rotó por todo el frente ofensivo.

El equipo de La Paternal sorprendió con remates desde afuera, como el de Sosa a los 14 minutos, que rechazó Roberto Abbondanzieri, bien ubicado.

Argentinos, que perdió el control del balón en gran parte de la etapa inicial, sorprendió a Boca con dos goles de cabeza, justamente por la misma vía que sufrió en el área propia.

En la primera jugada, Federico Domínguez envió un centro desde la izquierda, que Hauche transformó en gol y en la segunda, Mauro Bogado desde la derecha desbordó y mandó un tiro por elevación a Gianni, quien cabeceó junto al palo derecho del ’Pato’.

En el período final, Basile introdujo a Ariel Rosada por Gary Medel y a Guillermo Marino por Gaitán, para alternar con Insúa los movimientos en ataque.

Y el ex Newell’s se sacó de encima su penoso andar y pagó con creces la confianza del Coco, al marcar los dos goles que le permitieron a Boca emparejar el resultado.

Primero pagó con la misma moneda que el rival de turno, de cabeza y luego sorprendió a Sebastián Torrico con un tremendo derechazo desde afuera del área.

Aún con errores defensivos, el xeneize dio la enésima prueba de carácter y con un abanderado absolutamente impensado.

La arenga de Basile, luego del 0-2, surtió efecto y derivó en un equipo dinámico, que estuvo a punto de marcar el tercer gol a los 9 minutos, pero el potente disparo de zurda de Mouche se estrelló en el travesaño.

Boca dominó en el segundo tiempo y terminó más cerca de la victoria que la visita, aunque concluyó nuevamente sin el arco propio en cero, un detalle estadístico que respalda el funcionamiento de un equipo con pretensiones de título.