Incidentes en una marcha masiva en San Pablo en contra de la visita de George Bush. La manifestación terminó con saqueos y enfrentamientos de ciudadanos con el personal policial.

Una serie de manifestaciones contra Estados Unidos convocadas por sindicatos, partidos políticos, movimientos sociales y hasta grupos ecologistas precedió hoy la llegada del presidente George W. Bush a Sao Paulo, su primera escala en una gira por cinco países latinoamericanos.

La principal de todas las protestas paralizó por algunas horas la Avenida Paulista, importante arteria de Sao Paulo y corazón financiero de la mayor ciudad suramericana, y atrajo a 6 mil manifestantes, según la policía, y 10 mil, según sus organizadores.

La manifestación, convocada inicialmente por grupos interesados en conmemorar el Día Internacional de la Mujer, fue súbitamente tomada por las organizaciones que se oponen a la presencia de Bush en Sao Paulo.

"Quisimos estar presentes vestidos de rojo para mostrar la sangre que está siendo derramada en todo el mundo por la política homicida del imperio", dijo a Efe un dirigente de la Unión Nacional de los Estudiantes.

Entre los manifestantes, que marchaban a los gritos de "fuera Bush", "el señor de la guerra descansa su belleza en un hotel cinco estrellas de Sao Paulo" o "por las mujeres de Irak", se filtraron algunos miembros de grupos "punk" y "anárquicos", todos vestidos de negro, que llegaron a enfrentarse a la policía con piedras y hasta cócteles molotov y fueron reprimidos con gases lacrimógenos.

Tras la marcha se registró gran cantidad de heridos debido a los enfrentamientos de manifestantes con personal policial. Los efectivos de la fuerza intentaron detener los saqueos y disturbios arrojando gases lacrimógenos.

Pese a que la ciudad estaba prácticamente sitiada por un dispositivo de seguridad que movilizó a cerca de 4 mil policías y militares, entre ellos 300 estadounidenses, algunos de los manifestantes intentaron bloquear todas las pistas de la Avenida Paulista sin respetar el acuerdo al que habían llegado inicialmente con las autoridades.

La ruidosa manifestación, cargando numerosas pancartas que tildaban al mandatario estadounidense desde homicida hasta principal responsable del calentamiento global, marchó por el centro de Sao Paulo pocas horas antes de la llegada del gobernante.