El ruido es el nuevo enemigo de la salud. Al menos, eso dice la Organización Mundial de la Salud, quien plantea tras analizar una serie de estudios que miles de personas mueren cada año como consecuencia de la exposición a ruidos fuertes.

En un artículo sobre el tema que será publicado en la edición del sábado de la revista británica especializada New Scientist se sostiene que la exposición a largo plazo al ruido causado por el tránsito es responsable de hasta el 3 por ciento de los ataques cardíacos que terminan en la muerte. En otras palabras, como cerca de siete millones de personas mueren por enfermedades del corazón anualmente, el ruido sería causante de más de 200.000 muertes.

Pero el ruido genera además otros problemas: produce daños auditivos, como ya se sabe, que pueden derivar en sordera. Pero también genera trastornos en el sueño que pueden convertirse otras graves patologías.

Según los expertos, los daños auditivos comienzan a aparecer cuando el ruido alcanza los 85 decibeles. Cuando llega a un nivel entre los 120 y 130, empiezan a provocar dolor. En una casa, el nivel de ruido puede alcanzar los 50 decibeles, y los 65 en las oficinas. El tránsito genera 85 decibeles. Lo peor son los boliches y recitales de rock el nivel del sonido puede alcanzar hasta 110 decibeles.