En nueve años, más de 3 mil niños y adolescentes perdieron a sus mamás por la violencia machista en Argentina. Son los hijos de víctimas de femicidios que además, en muchos casos, se quedaron también sin contacto con sus padres, detenidos éstos por los crímenes de sus parejas. Desde la organización Casa del Encuentro, que dio a conocer estos números, pidieron avanzar en la ley Brisa de asistencia a los hijos de mujeres asesinadas por violencia de género. Sólo en los primeros seis meses de este 2017, 239 hijas e hijos perdieron a su mamá. En 2016, cuando se contó un femicidio cada 30 horas, 401 de los cuales más de la mitad no llegaban a los 18 años.

Según el informe de la ONG Casa del Encuentro, 3.158 niños y adolescentes en todo el país perdieron a sus madres desde 2008 en femicidios; esto es, en menos de una década casi todos los días algún chico quedó sin su mamá, asesinada en hechos de violencia de género. En el 63% de esos casos están involucrados menores de 18 años (2.012 niños y adolescentes).

“Tenemos la responsabilidad de buscar soluciones que contengan a cada uno de estos chicos que quedan solos y que sus padres están alojados en penales pero no pueden tener a cargo la educación de los chicos”, señaló Ada Rico, presidenta de La Casa del Encuentro en contacto con Radio 2.

Así, Rico apuntó a la rápida sanción de la ley Brisa que cuenta con la aprobación de la Cámara de Diputados pero le falta todavía el visto bueno del Senado. El proyecto apunta a que el Estado extienda al tutor d. cada hijo o hija de víctima de femicidio menor de 18 años una suma de dinero –correspondiente a un haber jubilatorio– y cobertura de salud.

“En muchos casos la mamá asesinada tenía tres o cuatro hijos y las familias de bajos recursos no pueden hacerse cargo de estos menores”, llamó la atención Rico.

El proyecto de ley toma el nombre de Brisa, por la hija más chica de Daiana Barrionuevo, asesinada a golpes por su marido Iván Rodríguez el 20 de diciembre de 2014. Tras el femicidio, Rodríguez descartó el cadáver en una bolsa que tiró al río y dijo que la víctima se había escapado del hogar, con un amante. La policía y la Justicia le creyeron hasta que encontraron su cuerpo el 10 de enero de 2015. Rodríguez fue detenido y Brisa y sus hermanos mellizos quedaron a cargo de su tía Cintia, quien a su vez es madre de tres.