Cerca del 47% de los docentes ha registrado alguna clase de alteración en sus voces debido al esfuerzo y el volumen que utilizan al hablar, mientras que el 62% experimentó molestias como tos, dolor, ardor o sequedad en la garganta y cansancio en la voz. Estas cifras, reveladas por la Sociedad Argentina de la Voz (SAV), fueron el resultado de una encuesta a 1.000 maestros y profesores.

El estudio también señala que el 80% de los profesionales de la educación perdió la voz en algún momento. Aunque la mayoría (45%) la recuperó al día siguiente, un tercio lo logró después de varios días, durante el fin de semana, y un 3% nunca lo hizo.

La temporada invernal es un período clave dado que un 36% de los encuestados volvió a las clases con disfonía tras padecer un resfrío. Este cuadro es generado tanto por el padecimiento del resfrío en sí como por la resequedad de la mucosa que producen los medicamentos, explicó la doctora Iris Rodríguez, del Hospital Italiano de Buenos Aires.

Asimismo, el polvo de la tiza, las alergias y el tabaquismo agravan la situación. Rodríguez agregó que los docentes que hablan mucho y muy alto, dan doble turno de clases o imparten lecciones al aire libre sin micrófonos, son algunos de los más afectados.

María Elena Vaccari, profesora titular de Fonoaudiología Preventiva de la Facultad de Medicina de laUniversidad de Buenos Aires y vicepresidenta de la SAV, recomendó la utilización de estrategias alternativas para lograr el silencio en los recintos educativos y evitar forzar la voz, como aplaudir, golpear las manos o quedarse en silencio mirando a los alumnos hasta que se callen.

La ronquera, la pérdida de volumen, el ardor o dolor en la garganta y el cambio de timbre al hablar sonproblemas que afectan a un 30% de las personas que trabajan con la voz. Aunque los trastornos de garganta sean usuales en varios grupos, algunas profesiones tienen más riesgos que otros, ya que los individuos no son preparados para prevenir este tipo de lesiones o no cuentan con un entorno acústico que posibilite una comunicación fluida, sostuvo Vaccari.

Junto con la Universidad de Buenos Aires, SAV identificó que sólo un 27% de los maestros y profesores argentinos tiene algún tipo de entrenamiento vocal, en tanto que un 16% pudo adquirir esta formación en el profesorado. Sin embargo, de los 21 institutos de formación docente que existen en la ciudad de Buenos Aires, ninguno cuenta con programas de foniatría o preparación en ese sentido. 

Fuente: Universia

Disfonía, ronquera y los dolores de garganta son los padecimientos más usuales