Luego que un matrimonio que alojó a una menor maltratada por su madre biológica desde septiembre de 2011 denunciara públicamente que la Dirección de Niñez ordenó el traspaso de la niña a su familia extendida, de manera “imprevista e informal”, otras dos parejas inscriptas en el Programa Familias Solidarias advirtieron  "negligencias" por parte de esa dependencia.

“El caso de S. es muy similar a lo que nos pasó a nosotros”, resumió Claudia a Rosario3.com. A comienzos de 2008 la mujer recibió en guarda provisoria a una beba de 45 días, cuando el Juzgado decidió retirársela a la familia biológica, por el riesgo de vida que implicaba a la pequeña.

“Cuando nosotros nos inscribimos como familia solidaria el plazo máximo de tenencia de los niños, mientras se resolvía la revinculación con su familia, era de seis meses, por eso nos llamó mucho la atención cuando –luego de que R. llegara a nuestra casa– el tiempo transcurría y nadie de la Dirección de Niñez se comunicaba con nosotros para decirnos qué pasaría con la beba”, explica Claudia, quien tiene 6 hijos y admite tener voluntad de ayudar a otros niños que necesiten contención.

Confiesa que con su marido no tenían la intención de adoptar, pero como años anteriores había colaborado como voluntaria en el Hogar del Huérfano, más tarde tomó la decisión de seguir ayudando en esa misma línea y fue así que se inscribieron en el programa. "Fue por una cuestión meramente solidaria", abundó.

“Pero el tiempo pasaba, los plazos se vencían y nadie nos decía qué harían con la beba. En ese lapso se reglamentó la ley provincial de protección integral de niños, niñas y adolescentes, y tuvimos que esperar los ajustes de la transición de una ley a otra”, relató Claudia y agregó que "en los últimos meses, cuando R. había cumplido ya 4 años y medio, desde Niñez les dijeron que la trasladarían a otra familia solidaria".

“Nosotros nos opusimos a eso porque en estos años la nena ya se había integrado a la familia, había hecho sus vínculos afectivos y reconocía a nuestros hijos como hermanos", señaló y lamentó: "A partir de ahí lo que notamos es que en vez de poner en el centro la situación a los niños, convierten cada caso en una pelea entre adultos”. 

Actualmente, Claudia está aguardando la posibilidad de que el Poder Judicial apruebe una guarda preadoptiva que le permita seguir criando a R., tal como lo viene haciendo casi desde que nació.

El niño como “interés supremo”

Ramón y su esposa también se inscribieron en el Programa Familias Solidarias cuando el trámite no establecía como requisito que los postulantes no estuvieran inscriptos en paralelo en el Registro Único Provincial de Aspirantes a Guarda con Fines Adoptivos (Ruaga).

A diferencia de Claudia y su marido, ellos sí querían adoptar. Tienen un hijo de 25 años, y hace poco más de un año alojaron a M. una beba de 4 meses de vida, de la que, ya saben, deberán separarse el 14 de septiembre próximo.

“Nosotros no cuestionamos eso porque ya sabemos que así funciona el programa Familias Solidarias, pero el hecho de haber participado nos sirvió para darnos cuenta cómo se fuerza la revinculación con las familias biológicas o extendidas, sin prestar atención a lo que sienten realmente los niños”, sostuvo Ramón a Rosario3.com.

Según lo resuelto por la Dirección Provincial de Niñez, M. va a ser entregada en poco tiempo a unos tíos paternos. "Ellos viven en una situación muy precaria y cuando la llevamos a los encuentros establecidos, llora, se enoja y al regreso hace síntomas. La primera vez que fue desarrolló conjuntivitis, la segunda gastroenteritis y la tercera fiebre y anginas. Es evidente que reacciona como puede a algo que no le gusta, pero las autoridades se niegan a aceptar que se debe a la revinculación con su familia”, dice Ramón.

Al igual que en el caso de R., esta familia afirma que durante los 14 meses que tuvieron a la niña, siempre fueron ellos los que se comunicaron con la Dirección de Niñez para informar cómo estaba M.

“Nunca hubo controles ni seguimiento de la situación de la nena y cuando le planteamos las irregularidades a las autoridades de esa dependencia nos dicen que son errores que se cometen desde falta de experiencia y de medios”, concluyó Ramón preocupado por la cercanía que los tíos de M. tienen con la familia biológica de la niña, de donde fue retirada por el riesgo que significaba.