El teléfono móvil entra discretamente en el mundo del lujo y cuenta con hacerse un hueco entre los selectos objetos de alta gama, según lo expuesto en Baselworld, el mayor salón mundial de relojería y bijouterie actualmente abierto en la ciudad suiza de Basilea.
Perdida entre los innumerables pabellones de Baselworld, la marca Vertu -propiedad del número uno mundial de la telefonía, el finlandés Nokia- presenta sus teléfonos móviles como auténticas joyas, con precios que van de los 3.600 euros a los 72.000.
Su modelo más prestigioso cuesta 191.000 euros y es una edición limitada con rubíes y esmeraldas, realizada en colaboración con la marca francesa Boucheron.
"Nos hemos duplicado desde el año pasado", explica el director de Vertu para la región de Asia-Pacífico, Giles Rees, absteniéndose sin embargo de dar cifras concretas.
Vertu no sólo ha ampliado su clientela sino que ha logrado que ésta le sea fiel hasta en el 50% de los casos y vuelva a repetir con otro de sus lujosos móviles cuando deja el anterior. Además, la ralentización económica esperada durante el presente año debido a la crisis de los créditos inmobiliarios de riesgo estadounidenses (subprime), tampoco parece tener visos de afectar a la marca.
Vertu, por su parte, contempla una posible alianza con una marca de relojería para el desarrollo de su sector de telefonía móvil, en el que en 2007 se vendieron más de 1.100 unidades en todo el mundo.


