Las últimas pericias oficiales señalan que Martín Saldaña, el único asaltante que sobrevivió a la masacre de Ramallo y fue hallado muerto en su celda, no se habría suicidado. El hombre, que apareció colgado de su celda, habría sido asesinado. De este modo, resurge la teoría que hablaba de una alianza de la banda con policías.

Saldaña fue uno de los ladrones que, en septiembre de 1999, ingresó en la banco Nación de Ramallo para robar. El asalto, sin embargo se complicó. Tras horas de tensión y una extensa negociación con la policía bonaerense negoció, a la salida de la banda del lugar se registraron tres muertes: dos rehenes y un delincuente. Luego se sumó el suicidio –ahora homicidio– de Saldaña.

El abogado Luis Valenga, representante de la madre de Saldaña, señaló a medios porteños que el dictamen fue suscripto por la perita de la Asesoría Pericial de la Plata, María Andrea Noms, el 26 de diciembre pasado, y entregado al fiscal de San Nicolás, Vicente Boterri.

"Sobre la etiología del traumatismo de cráneo se puede inferir que por la posición en que se encontró el cadáver, de frente a la puerta de acceso, resulta improbable que por un eventual episodio convulsivo golpeara la región frontal contra la pared posterior de la celda", sostiene el informe. Es más, en el texto se sugiere que debía "considerarse la hipótesis de la anestesia previa de Brouardel (golpe en la base del cráneo), sumado esto a las observaciones que se describieron en relación al lugar del hecho y las características del dogal y del surco que presentaba la víctima".

La versión oficial, has el momento, indicaba que Saldaña se había ahorcado con un trenzado de cotín en una celda de la comisaría 2ª de Villa Ramallo, la única de las tres con techo enrejado.

Pero Valenga aseguró que "las pericias confirman que Saldaña no se suicidó, sino que fue víctima de un brutal golpe en su cabeza que lo dejó inconsciente y fue ahorcado con un complicado nudo del tipo as de guía por seno corredizo y complementado con dos nudos simples". Según el abogado, "después, fue colgado para aparentar su suicidio".

En 2002 hubo un primer juicio, en el que fueron condenados el asaltante sobreviviente y seis cómplices a entre 13 y 24 años de cárcel. El segundo juicio se realizó en 2004 estuvo destinado a aquellos policías que dispararon y acertaron al auto con los rehenes.