El ex Beatle Paul McCartney llamó a la policía cuando su ex esposa Heather Mills apareció en la puerta de su mansión en Londres y pretendió ingresar a la casa.

Mills se presentó, al parecer sin avisar, junto a su pequeña hija delante de la casa de McCartney en el distinguido barrio londinense de St. John´s Wood y quiso entrar, lo que motivo que desde dentro de la mansión se llamara a la policía.

McCartney y la ex modelo se separaron luego de cuatro años de matriomnio en los que nació su hija Beatrice y ahora el músico afrontará un divorcio por los 1000 millones de dólares en los que se calcula su fortuna ya que no firmó un contrato prenupcial.

Mills, de 38 años, quería entregar a la pequeña Beatrice de dos años en casa de su padre, sin embargo, no pudo abrir la puerta de la residencia McCartney porque había sido cambiada la cerradura.

Cuando tocó el timbre y no se presentó nadie, el guardaespaldas de Mills trepó un muro para abrir la puerta por
dentro, y entonces, el equipo de seguridad de McCartney alertó a la policía.

Bajo la mirada de numerosos fotógrafos, la todavía esposa del ex Beatle esperó la llegada de los agentes, mientras la pequeña Beatrice fue llevada al otro lado de la casa para que no viera las tensas escenas.

Según la prensa británica, Heather Mills consiguió finalmente entrar tras varias llamadas telefónicas, ya que quería pasar la noche en la casa para entregar a Beatrice personalmente a su padre. 

El juicio de divorcio gira en torno al patrimonio de más de mil millones de euros del músico y a la custodia de la niña. La pareja se casó en junio de 2002.